CAPÍTULO 11

Hoy era el final de la primera parte de este nuevo Camino de los “veteranos”. Un para hacer piernas en el llano de Tierra de Campos y emprender el Camino de Invierno desde Ponferrada hasta Santiago. Pero no ha sido el final deseado. La borrasca Kirk, que ha azotado el noroeste y de rebote a esta zona de León nos ha dejado en tierra a muchos. Hoy la “romería” en que se ha convertido el Camino Francés, se ha trasladado de la “Senda de los Plátanos” h los autobuses de línea y los taxis que ni te cogían el teléfono del trabajazo que tenían. A eso de las ocho (algo menos) nuestro “valiente” Vicente ha emprendido el camino desde Mansilla de las Mulas hasta León. 18 kms bajo el agua y el viento, primero “al culo” y después de lado que nos ha confesado hacía difícil mantener cierto equilibrio. Nosotros “los torpes” camino de la estación de autobuses de Mansilla, donde ya nos esperaban un grupo de coreanos, algún alemán en manga corta (que valor) Otros desde el mismo bar del desayuno ya han emprendido viaje en el taxi de la localidad (nosotros no porque no cabíamos) 45 minutos y en León, donde caía un agua de justicia. Tampoco había taxis en la estación de autobuses. Por suerte hemos compartido uno que seguía la misma rutaque nuestro refugio al ladito de la catedral. Por aquello de ahorrar pasos al turisteo. Después de dejar bártulos y los palos en el hostal, a la catedral, visita de siete euros con guía en el Iphone. No les voy a contar lo que impresiona esta catedral. Lo que impresionan sus vitrales, ese principio del gótico de finales del XIII, porque las fotos lo demuestran y porque muchos de los que leéis estas crónicas del camino ya la conocéis. Sellado correspondiente (diciendo la verdad, ni siquiera un pecadillo venial) y enseguida (llueve) a visitar San Isidoro. No se puede venir a León y no visitar este monumento románico con la cripta de reyes (doña Urraca, aunque su sarcófago no se sabe cuál es) Para todos nosotros, la cripta con sus pinturas originales (una magnífica restauración) es la Capilla Sixtina del románico. Las fotos que ilustran esta crónica han sido “robadas” en un momento que no estaba el vigilante (disculpas adelantadas) Allí destaca el calendario de los campesinos y el pantocrátor (excepcional) A todo esto Vicente nos anuncia que a seis kms de León las condiciones climatológicas le aconsejaban dejar de andar. No te pierdes nada, los últimos 4 kms son de un terrible y angustioso polígono industrial que nada aporta al caminante y menos en esas condiciones. Todo hay que decirlo que ha habido peregrinos/as que han hecho la etapa con mucha capacidad de resistencia. Eso nos han contado las sevillanas con “choqueras” que cual jabatas han completado la etapa (incluso se ha permitido recomendarnos un bar en el polígono donde han probado la “mejor” tortilla de patatas del mundo, ¿será verdad?) Vermut al lado de la catedral (André se está acostumbrando a un vermut blanco antes de comer) foto de la casa Botines, con Gaudí mirándola fijamente desde su banco, llueva, nieve o haga calor. Esto es León y el plato “cocido leonés” (no confundir con el maragato) un sitio recomendado Valdesogo a 25 el cocido. Estaba al completo “La Catedral”. La tarde de visita a complementos, necesidades de última hora, la farmacia por si falta algún protector de estómago, un gel frío para las agujetas y ese etcétera que tiene el Camino. De cenar ni hablamos, después del festival de a las dos y media. Mañana jornada de asueto y traslado (autobús) a Ponferrada para iniciar el Camino de Invierno (muy difícil y complicado se presume). Día de templarios.