MÁS CAMINO
Por qué “Más Camino”. Sencillamente porque el recorrido entre Pedrosa de Valdeporres y Arija (los torpes nos hemos quedado en San Vicente de Villamazán,como estaba previsto) esos 27, 5 y 24, 2 kms como prefieran, configuran una parte de lo esencial del Camino de Santiago o de lo que esperamos de él. Dejamos de lado las ciudades, los grandes monumentos. Si nos centramos en aquello que los peregrinos veían, incluso sufrían allá por no me acuerdo. Hoy podría ser un buen ejemplo. Hemos salido del “refugio” con calefacción y baño privado a eso de las siete y cuarenta. Rápidamente nos hemos colado en un bosque de “rebollos” (robles de consumo de leña)…la oscuridad (amanecía) la niebla allá por el valle hacía más real lo que en realidad aquellas gentes debieron vivir. Luego una subida de justicia para pasar a otro valle. Arriba las fotos revelan una niebla intensa allá abajo. Aquí escarcha y frío. Cuando dejamos los rebollos encontramos una senda, con residuos de la lluvia de antes de ayer y una vegetación que atravesaba el camino creando una red de túneles que no dejaba pasar el sol. Más frío que se pegaba al cuerpo por el sudor de la cuesta (menos mal que era bajada y te permitía recuperar el resuello)…algo de barro para no desentonar y de repente entramos en un espacio abierto entre rocas con donde se veían olmos por grupos, no aislados como hasta ahora. En los márgenes los arbustos estaban plagados de telas de araña. Permítanme decirles que no lo había visto antes…Lo que si empieza a ser común es la presencia del jabalí… se notan en como revuelven la tierra para encontrar el alimento…no hemos visto ninguno. Con estas llegamos a Soncillo. Parada y fonda del grupo, aunque los AV han seguido (porque se enfriaban, cierto) Café con leche y una corbata de Unquera (que no es otra cosa que un dulce de hojaldre recubierto por un baño de glasa real) A seguir. Aquí el paisaje cambia totalmente. Un trozo de carretera (la N-222) con el anuncio del Puerto del Escudo (saben que es el primero que se cierra a la que nieva algo) Pueblos con iglesias al uso de aquellos tiempos. Campanario en espadaña y algún que otro ábside te transportan hasta siglos pretéritos. Luego espacios abiertos con media montaña y prados verdes que albergan ganaderías de caballo de carne…con este panorama, diferente al de los primeros 10 kms encaramos del final de etapa que nos lleva hasta la orilla del Embalse del Ebro en Arija. Una puesta de sol de las que recuerdan los enamorados…tampoco para echar cohetes. Pernoctar en el Hostal La Piedra (se llama así porque su especialidad culinaria es la carne a la piedra) Correcto (sin más) Comida y cena absolutamente mejorables, pero es que aquí no hay nada más. Los peregrinos no tenían donde elegir.