ETAPA 30 O’PEDROUZO-SANTIAGO

LA EMOCIÓN ES LA DIFERENCIA

Las emociones son difícilmente contentibles, incluso para aquellos que desde la frialdad intentan controlarlas. Al menos eso es lo que dicen expertos en emociones (a mi como no me gusta controlarlas, me importa un bledo) Salimos de O Pedrouzo convencidos de que se acababa este Camino. Para Natasha y Michel empezó el 26 de enero, para Rosa más cerquita y para los abnegados de la ruta, justo un mes desde que comenzamos allá por la catedral de Málaga. Nos quedaban 21,5 kms para asimilar (cada uno consigo mismo) que hoy (son las 8 y 25 ya del día 10 de febrero) no habría que caminar porque “ya hemos llegado” Y os digo que cada paso (a pesar del orballo y por lo tanto el poncho) era uno más hacia la emoción final. Michel ya casi a las puertas de Santiago, porque el Monte do Gozo era una inmensa tiniebla que no dejaba ver la catedral y además la iglesia (donde se sella por penúltima vez) estaba cerrada (una lástima) Natasha detrás a media hora, el doctor a un pelo y el pelotón de los torpes circulábamos a casi una hora de Michel (lo que pueden los kilos) Pero más tarde o más temprano nos encontramos para entrar juntos en la parte final del Camino. Junto a la Porta do Camiño se inicia (en grupo) eso que termina en una emoción incontenida. Calle San Pedro (unos por la derecha y otros por la izquierda) La porta, la iglesia de las ánimas (las piedras con el orballo se convierte en arte) plaza de Cervantes…Azabachería (ya se ve la catedral) Arco de Gelmirez (suena la gaita) y Obradorio en todo su esplendor (bueno sin las obras de la catedral mejor. El año que viene que es año Santo) Abrazos, caras de qué pasa en los nuevos…el franchutis casi en las lágrimas (otros con ellas, yo) No olvidemos el esfuerzo que ha hecho André para completar estos más de 600 kms desde Málaga.  Miradas que se pierden en la catedral De Santiago. Las fotos (una pareja que pasaba por allí nos hace la del grupo) que inmortalizan ese momento…Emoción, solo emoción. Me vale para cerrar una frase de Michel “Ha sido emocionante” Hasta el año próximo…