ETAPA 7 LUCIGNANO-RADICOFANI

La etapa de hoy puede calificarse de extraordinaria en este viaje a la Toscana.

Primero porque a la salida de Monticchiello nos hemos topado con una imagen que bien vale una parada extensa. En el camino hacia una granja. Camino señalizado con cipreses, con o es costumbre en Toscana. Allí en medio de los campos de hierba recién cortados un rebaño de ovejas le daban una nueva dimensión al paisaje de Toscana que todos identificamos. Parada y fotografías por doquier.

Después el GPS nos ha hecho una extraña jugada para llegar a Pitigliano. Una carretera de cabras pero con unos paisajes de ensueño que diferían de los que estamos acostumbrados . Bosques más frondosos con muchos Robles y algún castaño que nos hacía pensar en paisajes más semejantes a nuestra Galicia. En uno de los pueblos por los que hemos pasado nos han confesado que en invierno suele hasta nevar a esas alturas.

Con la sorpresa en el cuerpo por las carreteras llegamos por fin hasta la que asciende hasta Pitigliano y ahí una nueva sorpresa. Colgado de las rocas aparece este pueblo medieval que visto lo visto y la experiencia que tenemos de anteriores visitas a la Toscana es posiblemente uno de los más atractivos de esta región.

Calles salpicadas de edificios medievales. Rincones de una singular belleza. Puertas de una y mil formas con coloridos toscanos. Monumentos muy atractivos, como una iglesia del siglo XI y pasear por cada una de sus calles que te traslada a otra época. Más vale contemplar la colección de fotos que sin duda hacen justicia a esta población.

Pero no acaba aquí la sorpresa…Después de Comer en Ceccetiano, por cierto de muy buena calidad y a 30 € por barba. Además de la pasta, excelente. Una especialidad, el jabalí guisado. Muy bueno.

Después de comer hemos visitado el centro judío. Impresionante…Vale la pena porque es una viva muestra de cómo vivía la comunidad judía allá por los siglos XVI y posteriores. La bodega donde se hacía el vino y el aceite. El horno donde se hacía el pan ácimo. La sinagoga…etc.

De allí por una carretera convencional nos marchamos a Radicofani. Otra localidad medieval con una fortaleza del siglo X que tiene una torre muy  bien conservada. El pueblo tiene una iglesia la de San Pietro del siglo XII. Pasear por sus calles representa también volver a los siglos XII al XV.

Una ojeada después de la magnificencia de Pitigliano vale la pena.