Las condiciones climatológicas hacen que zarpemos de la bahía a las 5 horas y 15 minutos. Apenas amanece y la goleta empieza a zarandear a sus ocupantes. Hay mar de fondo. Mala mar. Y la travesía se hace muy, pero que muy pesada hasta llegar al puerto de Zâs. Cinco horas con un parón para desayunar al abrigo del viento y con el mar en calma. Por unos minutos. Luego de vuelta a mar abierto, costeando eso si, pero con movimiento que algunos toleran con dificultad. Es el riesgo del mar. En Zâs entramos en el puerto, maniobra excelente para colocarnos cerca del centro De la Villa.
Comida, son las dos y a pasear o siesta como prefieran. Un lugar para visitar aunque sea puramente turístico. Descubrimos sus calles angostas y en subida. Una tumba de 2400 años atrás. Tiendas con souvenirs y algunas con prendas de diseñadoras locales muy interesantes. Luego cena y “fuego” de grupo y a dormir que la jornada ha sido larga y algo accidentada. Comida y cena de autor…vino Los Vascos de Xile y otros elementos.