LA OTRA SEVILLA
El turismo en Sevilla se centra (normalmente o salvo excepciones) en el barrio de Santa Cruz (incluye aquí la catedral, el archivo de Indias) la visita obligada a Triana, el parque de María Luisa, la Plaza de España, la Maestranza y alrededores, como la glorieta Bécquer…pero existe otra Sevilla que se resumen en el barrio antiguo, alrededor de San Pablo, el Corte Inglés, la Plaza de San Leandro, la plaza del Museo y su entorno…la alameda de Hercules y suma y sigue. Lo cuento porque hoy hemos recorrido todo ese itinerario (a pie) con parada en la Macarena, el Cristo del Gran Poder, los monumentos a Joselito, el Gallo, la Niña de los Peines, Manolo Caracol y el personal Chicuelo…Calles de una Sevilla sin turistas, con gentes locales en plena actividad, ir al super, tomarse un cafelito alrededor del mercado de la Encarnación debajo de las controvertidas Setas (vaya revuelo causaron) Lejos de la rivalidad Betis-Sevilla. Para comer en este San Valentín escogimos Manolo León de la calle Guadalquivir…una casa de la Sevilla sin turistas, donde todo es singular, respetando todo aquello que su propietario concibió a la hora de diseñarla para vivir. Terrazas abiertas a la luz, casi como si fuera un invernadero. Un patio donde sentir la libertad del campo dentro de la ciudad. De la comida todo acertado, cualquiera de los platos en su punto de calidad y textura…la carta de vinos para alejarse de lo comercial. En fin, hoy en Sevilla no se puede pedir más.
La tarde aprovechada por la vía de la calle Sierpes, un clásico y eso que no hemos podido entrar en la Campana, a reventar. Luego paseando hasta el Museo de Bellas Artes y dar por finalizada la estancia en esta Sevilla que tiene de todo…lluvia, turistas, Triana, Santa Cruz, el Sánchez Pijuán, el Benito Villamarín, el Guadalquivir y los paso de semana santa…Listos para volver.
