UN ATAJO DE MIERDA
Mis disculpas por utilizar “mierda”, pero era la más descriptiva de ese suceso. A veces el Camino o los que diseñan el Camino y que nosotros cumplimos “casi” a raja tabla no miden las consecuencias para el caminante de sus diseños…Todo viene a raíz del paso por la parroquia de Ligonde, poco antes de llegar a Palas de Rei. Para evitar una carretera de tercera, vamos una curva, nos envían por un “atajo” en descenso de más del 20 por ciento, corto eso si, no más de 30 metros, con piedras sueltas y atadas…y que en las condiciones climatológicas de hoy era un auténtico peligro… Nos vamos avisando del peligro con un “cuidado franchutis, resbala”…Y pasa lo que pasa…por mucho cuidado que tengas, siempre puede haber un descuido, un mirar al horizonte para ver lo que te queda, etc y casi te caes…”Es un atajo” y en esas el franchutis en un alarde de sinceridad, responde con tono alto (grito desesperado, diría yo) “atajo de mierda” y claro es el titular de la crónica.
Antes, por la mañana con la noche oscura todavía hemos afrontado la primera de las subidas de hoy…monte y corredoria de las que te exigen lo tuyo…menos mal que después de dos kms llega un llano recuperador. Ya de día la imagen de ese hórreo y el sol que aparece pese a que sigue nevando. Volvemos a pisar nieve, esta vez virgen de la que ha cayó durante la noche…el paisaje vuelve a ser espectacular. El blanco sobre verde del prado y especialmente sobre las nabizas alegran la mañana fría de esta etapa entre Portomarín y Palas de Rei…después de Gonzar llegamos a Castromaior y ahí toca subir hasta el castro de la Edad de Hierro, uno de los mejor conservados al oeste de la península…Con nieve alcanza una belleza, que yo no conocía. Lo triste es que a pesar de estar a 150 metros del Camino y que tiene una salida que recuperas la senda enseguida los peregrinos o caminantes hacen caso omiso. Antes de llegar el Cruceiro de Ligonde, con su roble anexo…de obligado cumplimiento.
De Aldea a Aldea y de Parroquia a Parroquia vamos consumiendo estos 26,100 kms por toboganes (más livianos que los de ayer) en otra etapa rompepiernas como casi todas las de Galiza…
Un episodio con final feliz, pero que podía haber tenido consecuencias no calculadas…Al final de la parroquia de Ligonde, desde una casa una “perrita” pequeña (los perros pequeños suelen ser los más escandalosos) no ladra como otras y otros muchos…pero detrás un cachorro de esas razas peligrosas se viene a por nosotros con intención de atacar. Los palos del camino, esos que te evitan caídas en las bajadas o te ayudan en las subidas, ha sido salvador en este caso…en uno de los ataques del cachorro, se ha tragado el pincho del palo y el daño le ha hecho retroceder hasta su casa. Este tipo de perros deben estar atados, por su peligro para los muchos peregrinos que pasan por su vera.
Salvo esto la etapa ha cumplido con creces las espectativas… incluidas las que teníamos en el alojamiento…Pensión Casa Camiño, muy recomendable…incluso para hacer la colada (espero que la última de este Camino). El pulpo con cachelos de esta noche el mejor, a la espera de mañana en Melide…Buenas noches