ETAPA 9

MAGACELA O “MADALENA” (EN FRANCHUTIS)

Hay errores que se pagan y otros que vienen al pelo (según las circunstancias climatológicas) Esta mañana comenzábamos la segunda parte de nuestro periplo por el Camino Mozárabe (pesar que desde 2018 lo hemos completado desde Almería hasta Mérida, donde se une con el de la Plata) se trata de la variante que pasa por Trujillo y Plasencia (como os comenté ayer) Lo hacíamos desde Campanario y hasta Magacela (MADALENA en franchutis) en teoría yo había calculado 15,6 kms pasando por La Coronada, pero las flechas nos han traicionado y nos han llevado por buen Camino (será porque André ha rezado de más) para completar una etapa de 12,6 kms bajo la lluvia. Nada de frío, pero un agua suave aunque insistente que a lo largo de estas casi tres horas de marcha (pausas y comentarios incluidos) ha ido empapando esa tierra arcillosa que divide los inmensos campos de cereales de esta parte de la Serena…hemos visto algunas casa donde había cepas (viejas) ya podadas…no he tenido ni el tiempo, ni la capacidad para saber de que uva se trataba…bien podría ser pitarra, muy común por estos lares. De repente el camino deja la senda de parcelación agrícola (bien compactada) para empezar por esa arcilla convertida en barro (barrois en francés del Camino) Ahí las botas comienzan a pesar más, es suelo adquiere la condicen de pista de patinaje y a ciertas edades lo del equilibrio tiene sus aristas (menos mal que llevas palos o suplementos de equilibrio) casi me caigo. Niebla espesa que impide ver Magacela y menos su castillo allí arriba a 190 metros de altura en una subida de menos de 1 km (lo pongo para veáis la dificultad) Tengo que decir que gracias a la generosidad de Isabel (la dueña de la casa rural donde pernoctamos y cenamos) no hemos tenido que subir la cuesta como lo hicieron en 2018 André y Vicente. Con esas llegamos a la casa, El Cercón, fantástica morada para tres peregrinos de edades difíciles (no adolescentes precisamente) Subimos (en coche) hasta el bar del pueblo para dar cuenta de unas lentejas (no eran las de mi yerno, ni por asomo) y una excelente tortilla de patatas, generosa en cebolla. Bajando entre la niebla (meona en este caso) y a la siesta reparadora del esfuerzo. A las seis todo se ha despejado, sol en poniente y Magacela (MADALENA en franchutis) que aparece con todo su esplendor (siempre mirando hacia arriba) y a las seis y media André que va a misa…misa récord donde las haya, 19 minutos con sermón incluido…sellamos la credencial como que hemos estado aquí y a cenar las sobras de ayer…mañana nos vamos a Rena (dicen que 23 kms,pero no me fío) y luego a Villanueva de la Serena a dormir (si la de la torta de la Serena) Y a ver el Barça que juega a las nueve.