LA CASA DE DALÍ

17 de Noviembre 2016
El día comenzaba con un paseo de más de cinco kilómetros por el camino de ronda que nos conduce al Faro de Cadaqués en Can Navás. Desde el Hotel Octavia por la orilla del mar y pasando por la Cala Conga se sigue el camino de ronda hasta divisar el Faro. Con alguna que otra subidita que te obliga a un esfuerzo adicional. Las imágenes de esta pequeña excursión hablan por si sola de la belleza que nos rodea en Cadaqués.
Después de desayunar visita a la parte antigua de Cadaqués. Calles empedradas, casas sencillas, pero con un encanto especial. La iglesia de Santa Maria y la placita del ayuntamiento junto a las vistas de la playa conforman un paseo muy atractivo.
Coche y hasta la ermita de San Baldiri donde se ubica el cementerio municipal que hay que visitar adecuadamente. Algunas tumbas y panteaones lo distinguen. Sin ir más lejos en la tumba donde reposan los restos de Frederic Rahola y su esposa nos encontramos con una escultura de Josep Llimona que por si sola valdría la pena la visita.
Desde allí se aprecia la casa de Salvador Dalí en Port LLigat…allí que vamos. Por 11 € o 8€ los mayores de 65 visitamos la que fue morada de Dalí. Una casa frente a Port Lligat que el compró en 1930. Bueno son tres y adquiridas en diferentes etapas, pero que han conformado una morada donde se aprecia la genialidad y también la excentricidad del artista y de su esposa Gala.
Cultivo a todo aquello que supusiera la inmortalidad, como los cisnes disecados o los ramos de siempreviva en cada una de las estancias. Un solo dormitorio, dos baños, dos escaleras, etc. Conformaban la vida cotidiana de estas dos personas.
Amigos vale la pena visitarla.
Sobre las dos hacia el Cabo de Creus para observar uno de los paisajes de mayor calado de esta visita a la parte norte de la Costa Brava, donde comienza el Golfo de León. Las fotos reflejan una parte de la realidad que hemos visto. La otra jamás se podrá ver en una instantánea. Queda para el uso y disfrute de quien la ve.
Comida en el restaurante del Faro. Nada recomendable. El paisaje y el entorno bien vale un vermouth, pero después hay que huir del sitio. Caro y malo que es lo peor que puede decirse de un restaurante. Un arroz pasado, con productos viejos (la sepia) y otros congelados el año de Maria Castaña. Y castaña la que te cobran por nada…
La tarde se nos hecha encima y a cenar en Cadaqués en el restaurante La Plaza. Correcto en calidad-precio para ser donde estamos.

LA CASA DE DALÍ17 de Noviembre 2016
El día comenzaba con un paseo de más de cinco kilómetros por el camino de ronda que nos conduce al Faro de Cadaqués en Can Navás. Desde el Hotel Octavia por la orilla del mar y pasando por la Cala Conga se sigue el camino de ronda hasta divisar el Faro. Con alguna que otra subidita que te obliga a un esfuerzo adicional. Las imágenes de esta pequeña excursión hablan por si sola de la belleza que nos rodea en Cadaqués.
Después de desayunar visita a la parte antigua de Cadaqués. Calles empedradas, casas sencillas, pero con un encanto especial. La iglesia de Santa Maria y la placita del ayuntamiento junto a las vistas de la playa conforman un paseo muy atractivo.
Coche y hasta la ermita de San Baldiri donde se ubica el cementerio municipal que hay que visitar adecuadamente. Algunas tumbas y panteaones lo distinguen. Sin ir más lejos en la tumba donde reposan los restos de Frederic Rahola y su esposa nos encontramos con una escultura de Josep Llimona que por si sola valdría la pena la visita.
Desde allí se aprecia la casa de Salvador Dalí en Port LLigat…allí que vamos. Por 11 € o 8€ los mayores de 65 visitamos la que fue morada de Dalí. Una casa frente a Port Lligat que el compró en 1930. Bueno son tres y adquiridas en diferentes etapas, pero que han conformado una morada donde se aprecia la genialidad y también la excentricidad del artista y de su esposa Gala. Cultivo a todo aquello que supusiera la inmortalidad, como los cisnes disecados o los ramos de siempreviva en cada una de las estancias. Un solo dormitorio, dos baños, dos escaleras, etc. Conformaban la vida cotidiana de estas dos personas. Amigos vale la pena visitarla.
Sobre las dos hacia el Cabo de Creus para observar uno de los paisajes de mayor calado de esta visita a la parte norte de la Costa Brava, donde comienza el Golfo de León. Las fotos reflejan una parte de la realidad que hemos visto. La otra jamás se podrá ver en una instantánea. Queda para el uso y disfrute de quien la ve.
Comida en el restaurante del Faro. Nada recomendable. El paisaje y el entorno bien vale un vermouth, pero después hay que huir del sitio. Caro y malo que es lo peor que puede decirse de un restaurante. Un arroz pasado, con productos viejos (la sepia) y otros congelados el año de Maria Castaña. Y castaña la que te cobran por nada…
La tarde se nos hecha encima y a cenar en Cadaqués en el restaurante La Plaza. Correcto en calidad-precio para ser donde estamos.