MÓDENA SINÓNIMO DE ELEGANCIA
Módena nos recibe esta mañana en la Porta de Bologna con una feria del chocolate que endulza ya la primera visión de esta ciudad que se nos ha revelado como la que expresa mayor elegancia de cuantas venimos recorriendo. Por la Vía Emilia y parándonos en algunos de los stands multichocolate venidos de todas partes de Italia, Francia o Suiza (que apetecibles todos y cada uno de ellos). Nos sorprende un marketing muy adecuado…una escenificación de la película “La Dolce Vita” de Fellini en la que Anita Ekberg se baña en la Fontana de Trevi…aquí el agua la sustituyen por un apetecible chocolate a la taza. Buscamos callejear para ir hasta el Palacio Ducal en la Piazza de Roma (no se puede visitar porque es la Academia de la Policía) Antes un buen café en los soportales (bueno aquí todo son soportales) de una casa de ese color toscano. La tienda se llama La Mexicana y ofrece cafés de Asia, África y Centroamérica…Los habituales ya saben “ponme un Guatemala o un Tanzania”. El dueño debidamente encorbatado (elegante hasta para servir un café) hace los honores. A pocos metros aparece el Palacio Ducal, impresionante el edificio y también el conjunto que forma con el resto de la Piazza. De ahí buscamos otros rincones de Módena, como el edificio que alberga la Sinagoga, para después llegar a la Piazza Grande, donde nos esperan el Palazzo Comunale y el Duomo. El primero responde a los datos que ya sabíamos de las guías…Empezó su construcción a finales del XII y lo terminaron en el XVI…Pero donde estaba aquello que no esperábamos ha sido el Duomo de Módena. Ya el exterior parte del Siglo XII en mármol blanco (como muchos en Italia) y de extraordinarias dimensiones, con sus cuatro ábsides y el campanile de 86 metros que aquí la conocen como la torre Ghirlandina. Pero el interior de la basílica es de nota…antes de llegar al altar mayor encontramos un cancel (pasillo con púlpito) que está decorado con la última cena, el beso de Judas y Cristo con la cruz acuestas. El balcón de este cancel presenta un pantocrator de Jesús rodeado de los evangelistas. Abajo una cripta sustentada por sesenta columnas que guarda los restos de San Geminiano patrón de Módena. Como no solo de espíritu y arte vive el hombre. A unos pasos de la Piazza Grande está el mercado de Albinelli…su construcción en hierro contrasta con edificios de los siglos XI al XVII que lo rodean. Colorido y bullicioso el mercado ofrece productos autoctónos (quesos, rodicio, derivados del cerdo, diferentes elaboraciones de pasta) y como no un amplio surtido de balsámicos,. Muchos de ellos elaboración propia. Si paseas te lo llevarías todo, pero nos hemos limitado a algunos quesos, fruta y verdura (hay que mantener el tipo) y alguna pasta. Estar en Módena tiene dos añadidos a lo que marcan las guías…una es recordar que aquí nació Pavarotti (el teatro lleva su nombre) y la Ostería Francescana, uno de los mejores restaurantes del mundo y que mañana abre la ventana de las reservas para la próxima temporada…
De vuelta al autobús que nos llevará al parquing donde dejas a Holly volvemos a la Feria del Chocolate y a “pecar” en el sentido bíblico de la. palabra…unos chocolates para el bueno sabor de boca.
De ahí hasta Bolonia…una comida rápida (el tiempo apremiaba para coger el transporte público hasta el centro) con algunos productos de mercado y a callejear por esta ciudad, cuna de la universidad más antigua de Europa. El tiempo, la verdad es que no ayuda (llueve) pero eso no nos impide recorrer la parte de la Vía de la Independencia hasta la Piazza Maggiore. Antes de llegar una visita rápida a la catedral de San Pietro…nada reseñable. Luego lo primero que te aparece por ese camino es la fuente de Neptuno (majestuoso) Dicen que hay que darle dos vueltas (a bailar con las supersticiones) Enseguida el Palacio Comunale, impresionante construcción del siglo XIII con la figura de San Petronio presidiendo la fachada. De frente la basílica de San Petronio…dicen que Roma mandó parar su construcción porque la previsión es que superara el tamaño De San Pedro del Vaticano. Hoy es la quinta iglesia de mayor tamaño en el mundo… Con prisa por la lluvia a callejear por el Barrio medieval, por los soportales de esta ciudad (dicen los libros que son 42 kms los que puedes recorrer por Bolonia sin apenas mojarte por la lluvia) para acabar frente a las dos torrres que son icónicas en Bolonia…Dos mercados muy al estilo de San Miguel de Madrid (que mañana habrá que probar, por lo menos uno) y dejar deberes para mañana (que dicen har´ña mejor tiempo) Todavía no hemos probado la bolognesa en Bolonia, pero lo intentaremos.