DÍA 5

Mucho me temo que el “kapi” está cogiendo por costumbre eso de hacernos madrugar para llegar primeros a algún lugar. Otra vez los motores en marcha a eso de las seis y media. Madrugón y tente tieso. En pie a terminar la crónica del día, primeras fotos con el sol incipiente y un té para darle sabor a la mañana. Poco a poco y a medida que navegamos hacia Mármaris y sobre todo al “desayuno” reparador, se van incorporando los miembros del grupo. La conversación gira hacia cosas particulares y por primera vez nadie pregunta el tan manido ¿cómo has dormido? El cuestionario deriva hacia cuestiones de pareja (sin intimidades) solo hechos comprobados por propios y extraños. Las anécdotas en un viaje de este tipo se suceden y derivan en explicar aquellas que rayan la comicidad sin llegar al ridículo. Denominador común las risas…

A eso de las nueve comienza el desayuno…el habitual sin más novedad que algún cambio en los derivados de harina. Hoy creps con lo mismo de todos los días. Una especie de preparación para el desembarco en Mármaris, ciudad turística donde te cruzas con todo tipo de personas venidas del norte y el oeste de esta Europa, incluida alguna inglesa al estilo “modelo” y otra inglesa representante de las mejores “tallas grandes” (no se cortan ni un pelo) Directo, siguiendo a la guía, al Gran Bazar (en este caso a medida de la ciudad, no confundir con el de Estambul) allí lo típico, joyerías, almacén de camisetas de todos los equipos conocidos ( predominan las de Messi, ahora en el Inter Miami) Aquí todo se vende. Nuestras féminas desembarcan rápidamente en la zona de la “piel” Los bolsos de marcas conocidas son un polo de atracción difícil de resistir…se aplica aquello de “la mejor forma de vencer la tentación es caer en ella”. O lo de “remena nena” que cantaba Mary Sampere…Sea como sea, parada y casi fonda…cinco señoras ávidas de encontrar la ganga ponen patas arriba la tienda…que si Prada, que si Vuitton, que si Saint Laurent y así hasta Chanel o Gucci…no hay límite para tanta oferta. Unas zapatillas “hermés” alguna de birkenstock a buen precio (quince me dicen) El género masculino, a lo suyo, buscando la ganga en forma de reloj. Rolex por ejemplo (los hay para todos los gustos y precios) En el fondo es la “vieja ilusión” a precio asequible, lejos de las cifras que los hacen prohibitivos a pensionistas al borde de la extinción. No diremos nada de quienes compraron…algún bolso (deberíamos hablar en plural) algún reloj ¿nos han engañado? Seguramente, pero por este precio “lo llevaré unos días”. Arrepentimiento por el pecado de comprador compulsivo y dudas razonables ¿funciona? Pregunta una hora después, mientras el rolex de muñeca de nuevo rico, marca la hora exacta, incluso la fecha del día…dudas disipadas, aunque en el fondo no se ha despertado la ilusión lógica del “chiquillo con zapatos nuevos”…Mucho me temo que el “rolex” acabe en el cajón de los objetos olvidados. Con los paquetes variados camino de la goleta, paramos en una vinoteca al uso. Compra de vinos de rigor. Estábamos bajo mínimos. Me cuentan que en el Bazar se ha producido una situación de excesiva tensión (hay quien dice que ha habido algo más que palabras gruesas en turco y castellano) con un vendedor de camisetas, inquieto por completar la venta de forma fraudulenta…al final la sangre no ha llegado al río, pero esta vez en inglés (lo que puede el idioma común) Comida en marca con mal arrizada, pero con la estabilidad necesaria. Además del pepino en ensalada hoy ha entrado como plato principal el pollo (lo que suponía, ciertamente, un riesgo para algún abstemio a la pluma, de toda clase) Al final (hay testimonio gráfico del hecho) el susodicho personaje “antipluma” después de probar el “acierto” gastronómico ha caído rendido a los encantos del plumífero…expresando aquello de “más cornás da el hambre”. Tarde de siestas, baños, kayak, pádel surf (ejercicio de pijos semejante al yoga o pilates) y solaz esparcimiento a la espera del aperitivo y la cena. Efectivamente tres gin tónics aderezados con una tapa (parece Granada) de huevas a la lámina fina con tomate picado (tartar grueso) que estaba de muerte…Seguimos instalados en lo de “abuelito/a cebolleta” con cosas de los años 60,70,80. Coño parece un revival de discoteca de Ibiza. Vuelve la mili, los primeros trabajos, los jefes (buenos y malos, que de todo hay en el campo) Algo de política entre los de…silencio sepulcral no vayamos a descubrir intimidades que luego afloran los sentimientos escondidos (o no tanto) y entramos en terrenos donde se pierde el racionalismo. Llega la cena reparadora para poner paz entre los del Barça y el Madrid…Esta vez, se incluye plato con picante subido para solaz esparcimiento de la almorrana. “cuidado que pica” avisan desde los paladares más sensibles…finalmente una musaka en toda su expresión se sirve como plato principal…vino, cerveza y agua para los “flojitos de espíritu” (entre los que me incluyo) y volvemos con historias de ayer que ayudan a conciliar el sueño…despedida por barrios, hasta que uno y no miro quien se reveulve para preguntar ¿y a éste por qué lo cesaron?…si no estaba Bolaños por aquel entonces…