ETAPA 25 LA RUTA DE LAS CARBALLEDAS

LA RUTA DE LAS CARBALLEDAS

Las etapa de hoy en este Camino “mozárabe-francés” nos llevaba hasta Arzua…que prácticamente es la antesala de Santiago. La primera visión nada más salir de la pensión do Camiño en Palas de Rei, todo nevado…nos ha dado un buen susto, porque mientras desayunábamos seguía cayendo nieve y el suelo estaba resbaladizo, vamos con mucho peligro. Los primeros metros por la acera de Palas hasta el Molino de Roxan, era un constante “cuidado, resbala”…allí ya entramos en camino del Camino con barro y nieve a los lados. Pero preferible a esa acera resbaladiza. Allí precisamente empieza la primera de las muchas subidas y bajadas de este día (toboganes, uno detrás de otro). Aunque no es lo más destacable de la jornada (en Galicia es lo normal). Porque hoy era la “Ruta de las Carballedas”, también una detrás de otra hasta casi el final. Carballedas donde los Carballos (robles en román paladino) tienen sus troncos tintados con el verde de los muscos, sus copas desnudas en invierno y el suelo de las corredorias con el marrón de las hojas caídas y del ocre cuando éstas se combinan con el barro y el agua de los arroyos (imperceptibles del deshielo de la nieve) y además este temporal le añade algunas pinceladas de blanco de nieve virgen a la hora que pasamos. Vale la pena detenerse en algún momento y contemplar este paisaje, mirando de frente o dándose la vuelta y ver lo que has pasado. Otro de los hitos importantes de este día han sido las iglesias románicas en cada unas de las diferentes parroquias que atraviesas…A poco de salir San Julián…ya entrada la etapa Santa María de Leboreiro, con una portada que lo dice todo. Su frontal con la virgen María es extraordinario (hay que detenerse y pasar por atrás), también está su ábside… En Melide, ciudad donde se juntan los Caminos del Norte y el Primitivo con el Francés para llegar a Santiago, es obligado tomar el pulpo (con cachelos o no). Nosotros elegimos A Garnacha, porque es el primero que encuentras y además está extraordinario, la hora las 11 y 15 minutos no da para cachelos, pero si para una 1906 de Estrella Galicia…Con el esfuerzo realizado en poco más de 20 minutos emprendemos la marcha (y la digestión) para encontrarnos con la ermita de San Roque y a su lado el Cruceiro más antiguo de Galicia, finales del 15, creo (si hacemos una encuesta entre los peregrinos, pocos saben lo de esta cruceiro). Dejas atrás el cementerio del Castelo (menuda subidita) y a bajar hasta la iglesia románica de Santa María de Melide, la última de la etapa, pero realmente la más atractiva (siempre la he encontrado abierta y sellamos allí, pero esta vez estaba cerrada a cal y canto, una lástima)…unos metros más allá una granja de vacas “rubias gallegas” que ya con el sol de la media mañana pacen tranquilamente (el año pasado las vimos llegar hasta la campa donde están hoy)…no se si serán las mismas del año pasado (serán, por qué no). Y seguimos por la ruta de las carballedas hasta Boente. En su iglesia sellamos y a otra cosa mariposa. En Arzua esta vez (casi todo está cerrado) en la Casona de Nene, recomendable. Y para comer en Casa Chelo (repetimos, que casualidad)…Mañana a O’Pedrouzo y seguramente hasta la rotonda del aeropuerto en Labacoya…dependerá del tiempo y las ganas de los caminantes…