23,5 kms
Salida a las 7,45 horas. Llegada a las 14,30 horas.
Pasos intermedios: Leboreiro. San Xoan de Furelos. Mellide. Arzúa.
Recomendable: Casa Rural Brandariz a escasos kilómetros de Arzúa. Excelente instalación hostelera y una gran cocina.
Adios Lugo, hola A Coruña. Podría resumirse esta etapa en lo cerca que estamos ya. Ahí empieza a entrar el síndrome de esto se acaba y después qué.
Mientras seguimos viendo pasar peregrinos y muchos, muchos turigrinos a los que lo único que les interesa es llegar cuanto antes a Santiago. Recoger su Compostela y contarle a familiares y amigos lo duro que es esto del Camino de Santiago. Cada uno cuanta las verdades según su código ético.
Seguimos por el interior de esta Galicia sorprendente, aunque la conozcas. Paisanos agarrados a sus tradiciones que no entienden de absurdas modernidades, aunque se adapten a ellas por aquello de la comodidad. Cuando se tercia y por mor a eso que siempre se ha denominado minifundio siguen con la guadaña a cuestas para recoger el pasto de sus vacas que el invierno es muy largo.
Llegamos a Leboreiro. Un canasto con capacidad para “un ciento” y detrás una iglesia a Santa María románica y muy interesante. Parada obligatoria dicen mis notas…
Ya estamos llegando a Mellide, pero antes tras pasar el puente sobre el río Furelos, afluente del Ulla nos encontramos con la parroquia de San Xoan de Furelos.
Prosigue el camino hasta Mellide y para cruzarla hay que visitar la ermita de San Roque y junto a ella el cruceiro más antiguo de Galicia, data del siglo XIV. Allí nos detuvimos mi amigo André y un servidor, mientras que por el otro lado de la avenida pasaban peregrinos y turigrinos sin apercibirse de esa circunstancia, triste, pero real como el camino mismo.
En Melide hay que ver el edificio del Consello y el Convento de Santi Espiritus.
Al dejar la población para dirigirnos a San Martiño pasamos por la importante iglesia de Santa María de Mellide, de finales del siglo XII. Su conservación es extraordinaria y alberga la única reja románica de Galicia.
Esta larga etapa tiene varios puntos intermedios de cierta importancia, se acerca Santiago y el Camino lo sabe. Pasado Castañeda, que en otro momento sería final de etapa seguimos hasta Arzúa. Sabemos de su fama bien ganada de su queso. Lo probaremos, pero luego en Brandariz dando cuenta de un excelente ágape. Toda subida y la de Arzúa lo es y dura, tiene su bajada que nos conduce hasta el río Vello y As Barrosas que dejamos para subir hasta Preguntoño, final de esta larga etapa.
Hoy nos alojamos en casa de un buen amigo. Pero si tienen oportunidad dejense llevar hasta Casa Brandariz un lugar de ensueño. Se lo enseñaré….
Publicado en Diario de Teruel
“SEMPRE GALIZA”
No se imaginen que es un grito de guerra, ni mucho menos. “Sempre Galiza” es la constatación de que esta tierra que pisamos entre Palas de Rei y Arzúa, es de tal belleza que incluso las irresponsabilidades de quienes deberían ser responsables no pueden acabar con ella. En este intento de masificar el Camino a base de incentivar la llegada del “turigrino” están matando la gallina de los huevos de oro. Me lo decía esta mañana un canario que viene más allá de Roncesvalles y que ha sufrido en sus carnes la falta de infraestructura de albergues por esa masificación. La conversación se producía con un decorado de ensueño y bajo una mezcla de olores que todavía hace más atractiva esta Galicia de siempre. Olor a hierba recién cortada, eucaliptos y estiércol de vaca, por qué no. Al final de la crítica justificada la respuesta sólo podía ser una: A pesar de todo te engancha. No lo duden nos engancha y tengan por seguro que volveremos, pero por favor que sus errores no le pongan fecha de caducidad al Camino.