La noche presagiaba una nevada importante (de esas de quedarnos unos cuantos días aislados) La quitanieves a eso de las once con el Mastercheff en marcha pasaban una y otra vez (la esperanza es lo último que se pierde) A la hora cenicienta a la cama, con frío (mira que la manía de apagar la calefacción, como si el plumón lo resolviera todo) Pues no, a eso de las tres hacía un frío del carajo y encima el grajo ni volaba. A horas tempranas, para unos las 7,45, empezaba a clarear y ya nos percatamos que de “importante” la nevada se había convertido en “emblanquear los parterres”. Eso sí, el mercurio marcaba -3, se pueden imaginar la cara de sufrimiento pensando en a eso de las diez de la mañana en el teleférico de Fuente De. Desayuno (para olvidarse, solo a mí se me ocurre pedir churros al cola cao) de por favor no lo anoten…Abrigados, con cierta reserva a la aventura de subir en la cabina para ascender hasta la cota 1850 en menos de cuatro minutos. Pero para qué hemos venido hasta aquí, pese a que el paisaje desde abajo era lo suficientemente maravilloso para ser un día gris, vamos muy gris.
Subida con cierta cautela, algunas fotos robadas al miedo o precaución y ya estamos arriba. El frío ni os lo cuento, la nieve virgen, abundante y a esperar porque había que calentar máquinas para un café en condiciones. Seis personas, dos de Málaga, dos de Badajoz y los llegados de Formentera era todo el elenco del primer teleférico del día. No se si habría otro, cuando nos fuimos a eso de las once y media no había nadie en la taquilla…si es que el tiempo no acompaña. Pero arriba entre niebla y niebla un paisaje único. Valió la pena…Despedida un 22 de noviembre, santa Cecilia para más señas y en coche hasta Santa María la Real de Piasca…cerrada a cal y canto (es una desgracia que no se dé la llave a algún vecino, en este caso vecina, era la única del pueblo, para que pueda abrir y enseñar por un módico precio una iglesia de tanta importancia arquitectónica. La actual se construyó en el siglo XII, pero existió una anterior en los siglos IX y X (más datos en Valentin.com. Paseo por el románico-Cambarco) Pasar por aquí y no pararse es un error monumental. De ahí hasta San Salvador de Cantamuda, ya en la provincia de Palencia…un verdadero compendio del románico (hoy la hemos visto en obras del tejado) Por suerte conservo las fotos de la anterior visita con motivo del Camino Olvidado que estaba en todo su esplendor, justo hace trece meses. Siempre que se pueda hay que pasar por esta iglesia significativa en el románico palentino. Comer en el Hotel Valentín un menú a base de cocido (el frío y la época lo aconsejan) Luego hasta Logroño, final de etapa, final de viaje (mañana de regreso a la base para preparar el desembarco, si abren el puerto, en Formentera y el día 1 de diciembre abrir Vins i Mes con todas las novedades, que son muchas y de excelencia atesorada) Lo de Logroño no entra en la crónica por ser “secreto del sumario”. Hasta la próxima