14 DE NOVIEMBRE DE 2019

CHIANELA  EN CALABRIA

A veces no sabes prever que sucederá en un viaje que has preparado con esmero; sin dejar muchas posibilidades a la improvisación…todo tiene su horario y aunque puedas desviarte algunos minutos, acabas corrigiendo, para que nada se escape de aquello que está en los escritos. A veces nada de eso se cumple y acabas siguiendo lo que marca el día. Ayer fue uno de esos días y como consecuencia variamos el de hoy. Pues ni así hemos vuelto a la pauta…Donde dormimos anoche sobre la costa Viola de de Calabria era tan espectacular que nos ha hecho volver hoy para disfrutar de una puesta de sol a espaldas de Sicilia y con el Stromboli de frente. Antes, esta mañana, a Reggio Calabria para ver tres cosas…el Duomo (como cada día, es cuestión de cultura y por aquellos entonces la iglesia católica tenía cierto patrimonio) Luego, siguiendo la historia, el Castillo de los Aragoneses consecuencia del dominio de ese reino sobre las plazas de Nápoles y Sicilia. Es el último conocido en la historia de esta fortaleza que empezó su andadura allá por el siglo V de nuestra era y que ha conocido a bizantinos, godos, suevos, sarracenos, normandos, aragoneses, y acabó siendo de los Borbón dos Sicilias, antes que los de Garibaldi lo recuperaran para la unidad de la República italiana. Y yo sin saber que Garcilaso De la Vega (el poeta español del siglo de oro, el XVI; bajo el reinado de Carlos V, donde no se ponía el sol) fue gobernador de esta provincia. Desde la torre sur fotografías de la costa siciliana y especialmente de Messina (mañana temprano nos vamos para allá) La última visita, obligada en todas la guías, el Museo de Arqueología. Allí nos esperan los Bronces de Riace, siglo V antes de Cristo…encontrados a poco más de 100 kms de aquí, bajo el mar y que constituyen una de las piezas claves que entroncan con la cultura griega…Impresionantes. Pero quedan en ese Museo piezas de los siglos V a I antes de Cristo que permiten repasar la dominación griega y romana de esta zona…No se lo pierdan si pasan por aquí.

Acabamos con la cultura relativamente temprano…a eso de la hora del aperitivo (aquí es sagrado) y que mejor que en Scilla junto al mar en un día soleado…un campari Schpritz (como me ha corregido mi amiga Natasha, que de esto sabe) los complementos del campari nos han servido de primer plato…para después en el bistro Holly, hoy con cocina compartida…unos “macarrones calabreses” (6 minutos de cocción) aderezados con una salsa a base de “paté calabrés” (su base es tomate, pescado y peperenoccino) picante claro. A eso se le añade a partes iguales (por lo menos así lo hemos hecho) gorgonzola, con algo de mascarpone y a mezclar tomando el calor de la propia pasta (tengo que confesar que le hemos espolvoreado, por aquello de pecar, un reggiano parmesano de 24 meses) Impresionante.

Café en Bagnara Calabra (por poner gasolina) y ver la torre sarracena…aunque lo interesante es que hemos descubierto los “torrones bagnerini” envueltos a lo polvorón de Estepa, pero que es una especie de “turrón” de aquí rebozado en lo que quieras…desde chocolates varios o coco y algo innombrable (reconozco mis límites para entender lo que dicen, a veces) Total, que hemos comprado una bolsa para la merienda de la tarde. (que fácil es pecar en Italia) Vuelta Scilla con el fin de visitar El Barrio de pescadores, ese que ha roto las previsiones, las de hoy. Un barrio a pie de mar (las aguas llegan a los cimientos de las casas) con un sabor muy especial…ya el suelo de sus calles te envuelven en un ayer, más que en el hoy de asfalto. Barrio empinado, nada fácil para quien se olvida algo allá arriba…barcas que no han salido a faenar esta tarde, algunas lo han hecho por la mañana, junto a las puertas de las casas que miran que no les llegue el agua…otros embarcaderos esperando a que vuelvan los que están en el mar…pero todo en un todo que para los que no sabemos de mar aunque vivíamos en él resultaba sorprendente…unos niños que jugaban con el gato del vecino y cuatro turistas despistados, que conocían España…los de Chianela , que así se llama el barrio, dudo que sepan de nosotros más allá de lo que cuentan los libros de la escuela…Solo bajando y luego subiendo por Chianela puedo contaros algo que las guías o los viajeros que yo he consultado desconocen…pero que hoy resulta imprescindible si quieres conocer que es la Costa Viola de Calabria…Noche de luna menguante, pero que como es la más clara que hemos visto, hay que decirlo…brutal la fuerza con la que ha parecido por encima del castillo de Scilla…hay 14 de noviembres para enmarcar y este creo que será uno.