23 DE OCTUBRE DE 2019

ORTA Y MAGGIORE

La mañana se ha presentado en El Valle de Aosta con un sol que contrastaba con las nubes bajas y el chirimiri de ayer. El ruido del agua que baja de las montañas (la verdad es que no ha molestado para dormir) si que era insistente y acompañaba el desayuno. De allí a poco menos de 2 kms llegamos a Bard (el primer objetivo de hoy) Ya pudimos fotografiar el Forte ayer por la tarde, pero hoy había que recorrer de punta a punta el “Borgo” medieval y todo el Forte…El pueblo se alinea en una calle principal con edificios de siglos (ni se sabe) algunos unidos por arcos que comunican una casa con otra dándole un aspecto misterioso (¿cuántos engaños atesoran cada uno de los arcos?) Otra de sus características son los frescos y los colores en las fachadas de las casas (incluso hay una muestra para las restauraciones) La verdad es que Bard (por cierto etapa del Camino De Santiago por la Vía Francigena) es de obligado cumplimiento y hay que venir aunque te desvíes. Luego por cuatro ascensores o a pie unos 700 metros se sube hasta el Forte (nosotros por ascensores y bajada a pie) Las vistas de este Valle son impresionantes…al fondo algunos montes de los Alpes cubiertos de nieve (no se ve el Montblanch) Una excelente restauración de esta fortaleza (allí dice que la primera fue en el siglo XIX) para usos culturales con exposiciones puntuales.

Con el regusto de un buen comienzo, 125 kms y a Orta de San Gulio, a orillas del Lago de Orta…Otro lugar de obligado cumplimento (hablan de tres lagos, Maggiore, Como y Garda. A los tres iremos) Orta es uno de los grandes desconocidos (dicen) Su principal localidad San Gulio es espectacular, dedicado a un turismo menor (las masas van a los otros tres) tiene un “Borgo” al que dan ganas de pasearlo…empedrado, con casas y recodos muy atractivos. Casas viejas habitadas con aperos y con signos de estar vivas. Bien es verdad que en el puro centro están dedicadas al turismo, hoteles, restaurantes, souvenirs. Pero también galerías de arte, tiendas de moda muy atractivas, bares con decoración muy cuidada (te invita a entrar) Una plaza central a orillas del lago donde está el embarcadero que te lleva (por 4,50 € ida y vuelta) hasta la isla de San Gulio de Orta. Sus dimensiones son 300 metros de largo y 100 de ancho. Pero llena de casas, edificios turísticos y particulares todo alrededor de una Abadía benedictina del siglo XI y XII que se puede observar desde cualquier punto del lago. Y allí que fuimos…15 minutos para dar la vuelta, más diez para ver la iglesia de la Abadía, llena de frescos, como es común en esta zona (no se si son originales) Comimos antes de embarcar en un lugar cerca de la plaza, lleno de alemanes de edad avanzada (no acertamos) Lo recuperamos en el “bistró de la Holly” de manos de la chef Mateo. De ahí hasta del Lago Maggiore (siguiendo las indicaciones de otros turistas que estuvieron antes que nosotros) Concretamente a Stresa. La carretera que atraviesa el monte para cruzar al otro lago, estrecha pero de una belleza singular. Vegetación y pueblitos con casas “de otra dimensión”. La bajada a Stresa con el lago Maggiore de fondo impresionante. La decepción es la ciudad…Edificios neoclásicos convertidos en hoteles a “la parisien” a lo largo de la orilla del lago y con calles interiores donde priman los tiendas de souvenirs le otorga un marchamo de ciudad de vacaciones y en invierno para el inserso. Fotos de la isla de los Borromeo y del Lago y a otra cosa mariposa (visto los anterior…Bard y Orta cualquier cosa nos parece poco auténtica) Con estas a Arona, capital del Lago Maggiore, más de lo mismo y con peor factura…sin bajarnos de Holly a por el punto final de hoy cerca del Lago de Como…200 kms recorridos entre montañas, autopistas y casi nueve a calcetín. Magnífico día. Mañana temprano a Como y a seguir (pinta agua, no tanta como en Prades, eso creo) Buenas noches.