EL HERMITAGE
La verdad es que en este viaje, hoy era el día más esperado (después de saber que los impresionistas no entraban en la visita ha pasado a ser el segundo) Este viaje tiene como objeto principal la visita al Hermitage, el Palacio de Invierno de los Zares, hoy uno de los museos más importantes del mundo.
Después de un desayuno (donde la lucha por la mesa se ha convertido en objetivo principal) como ayer, pero con una tortilla sin sal como novedad. A las nueve y media hemos puesto rumbo al Hermitage. Primera cola, pero como éramos grupo preferente (lo pagas) a las 10,10 en punto ha empezado la visita…salas de trono, salas de baile, salas de …y repaso por Tiziano, por los españoles (Goya, Greco, Ribera, Velázquez, Murillo, Luis de Morales) y directos a Rembrant (seguramente uno de los máximos atractivos del museo) Cada cuadro de cada uno de ellos es un compendio del arte en su más pura expresión…El muchacho en cuclillas de Miguel Angel, las dos atribuidas a Rafael y las dos-1 madonas de Da Vinci, una de ellas está prestada…Salas de las edades antiguas…vasijas desde los etruscos para aquí…Roma, Grecia y como traca final la colección de Egipto (nada comparable con el British) La verdad es que son tres horas a buen ritmo donde admiras el lujo del Palacio y te das cuenta de la cantidad de obras que posee. Eso si, rodeado de miles de turistas (muchos chinos, algún andorrano, ingleses, italianos, etc) que producen ciertos atascos, sobre todo ante las obras más emblemáticas del Museo. A la una a comer al lado De la Iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada. Restaurante típico para guiris y comida para guiris también (ni mención). Visita a esta iglesia acabada en 1907 de estilo ruso-Moscú se levanto en homenaje al asesinato del zar Alejandro II. Dice la leyenda que el atentado terrorista segó las piernas del zar y fue rápidamente evacuado para palacio dejando un reguero de sangre desde ese punto hasta palacio. Pues en honor de esa “Sangre Derramada” se levantó esta iglesia dedicada a San Salvador y que es la más venerada en San Petersburgo. Los mosaicos de su interior son de una extraordinaria belleza. El exterior responde a la media de la belleza que tiene San Petersburgo. De verdad una joya de la arquitectura rusa. Luego al metro (que bien se maneja en el metro en estas grandes ciudades) un rato de hotel y vuelta al turisteo (hemos contratado la excursión con la barcaza) esta vez una vuelta por los canales de esta “Venecia del norte”. 42 islas, 3 ríos y no se cuantos canales artificiales forman San Petersburgo, pero si vienen no dejen a de hacerla…una hora y cuarto volviendo a ver desde otra perspectiva muchas de las cosas que ya has recorrido en bus o a pie. Muy interesante. Luego a cenar, esta noche (milagros de la Unión Soviética) en un restaurante gestionado por originarios de Azerbajan (el vino y el agua venían de allí) la verdad es que fantástico. No digo que repitamos, pero se lo merecía. Ya no queda más que explicar sobre el día de hoy…todo reducido a la visita al Hermitage. Mañana tocan impresionistas y Faberge…casi ná.