COPENHAGUE 2

La ruta estaba trazada. Tren hasta la estación central y bus turistic hasta hacernos una idea de las distancias entre los lugares a visitar. Café en la estación con croissant de pie (nunca mejor dicho lo de tente en pie) Lluvia tenue pero que moja (no quiero decir calabobos) Un bus en rojo semejante al del prospecto y error, no era el mismo. Salimos y primera tarea del chofer, recoger a los clientes de los hoteles de lujo, por supuesto el Tívoli y algunos más. Luego a vueltas por algunos pasajes que ya habíamos visto hasta llegar a la Iglesia de Mármol junto al Palacio Real. Allí empezaba de verdad el trabajo de turista. Antes paseo por un Copenhague de diseño, donde la arquitectura contemporánea le da un aspecto de cosmopolita. No en vano este país se distingue por su creatividad (¿yo creo que el frío y el clima agudizan el ingenio…quién dijo aquello de “más cornás da el hambre”, se acuerdan?) Pues si hay edificios que marcan realmente un arte arquitectónico diferente.

La iglesia de Mármol con su cúpula en bronce. Dicen que una de las más impresionantes de Europa, lo es. Al lado, justo a unos trescientos metros el Palacio Real, con sus cuatro edificios, el de la reina Margarita, el del Príncipe Heredero (la que tiene liada) y al lado el de invitados (el cuarto no me ha quedado claro) Por cierto en el de invitados destacaba en su fachada el toisón de oro. Hacemos tiempo viendo tiendas de diseño (alguien lo dudaba) Sillas, tazas, bandejas, adornos de Navidad…la verdad es que interesante, igual que la arquitectura. A eso de las doce menos cuarto con otros cientos de personas en el patio real, el cambio de guardia…un pelotón que viene del Palacio de Rosemborg, antigua residencia de verano de los monarcas hasta el Palacio de Amalienborg…toda una ceremonia algo menos vistosa que la de Inglaterra…lo dejamos ahí. Rápidamente y por el puerto nos vamos hasta la Sirenita, antes la zona del viejo Castillo y al fondo esta escultura que es sin duda el icono de esta ciudad…fotos de derecha a izquierda, la selfie correspondiente (no has estado en Copenhague si no has pasado por la sirenita) Buscamos el autobús (ya son unos cuantos kms a pie y empieza a pesar) el objetivo era llegar hasta Rosemborg y sus jardines…pues allí estábamos. La verdad es que el palacio y el entorno son visita obligada. Hay que decirlo, en esta ciudad, inventas un crucigrama y te dedican una estatua en bronce…mira que hay y seguramente dedicadas a quienes lo merecen. Son una muestra de arte muy importante.

Por los jardines y luego por la parte vieja y algo canalla (todos los tattoo están por allí) hasta ese “puerto nuevo” con más de tres siglos de antigüedad y que reúne esas casas de colores que figuran en postales y prospectos turísticos de Copenhague. Baretos, restaurantes, souvenirs y un largo etc jalonan esta calle singular a orillas de este brazo de mar desde donde salen los cruceros para turistas…

La hora se echaba encima, a comer…y aquí llega lo singular…comida del tres al cuarto (de esa de pringarse con cuatro salsas) en la calle, frío condimentado con más frío, solo hacía falta ver a la señora que servía atrincherada bajo una manta verde como el color de la botella de cerveza de la marca correspondiente. Estufas que no calentaban, una cerveza de casi a litro…Vamos, comer por haber comido. Pero luego ante nosotros aparece un cartel en riguroso idioma de Cervantes…será porque pasaba por aquí. Un inciso, no saben la cantidad de españoles con los que nos hemos tropezado, incluso unas enfermeras de Bilbao o una estudiante de un master en “biomedicina molecular” y es que tiene que haber “gente pa too” iba en el tren y con su bicicleta correspondiente, no vaya a ser…Lo de los “cudeiros” empieza a ser una plaga…mi amiga Lola diría son “coreans” pronunciado “cureans”, que estamos muy sensibles desde ayer…El cartel, reza “Churros”, ni siquiera en danés para que lo entiendan por aquí. Allá que vamos…una chica (la historia tiene su miga) nos pregunta en riguroso inglés (que lista, ha adivinado que somos turistas) qué queremos…al oírnos hablar en castellano se anima y acaba diciendo “a usted la conozco”, “mi” Rosa, se extraña, hasta que finalmente sale el lazo de unión…Prades (de Tarragona) es el nexo y a partir de ahí se lo pueden imaginar…lo del mundo es un pañuelo se vuelve a cumplir…que si tu madre, que si tu hermano, que si y más que sis en común. Mientras uno que se había pedido un helado de mango preso de la emoción del encuentro (aunque a mi no me toque nada, que se dice) me envalentono y acabo mojando el churro (que nos había ofrecido para comprobar su calidad churrera) en el helado de mango…ya no se puede acabar más bajo en la falta de respeto al helado y al churro y demostrar que las dietas se pueden romper en cualquier punto de Copenhague si hay churros con mango…Mañana (dada las circunstancias no les quede duda de que regresaremos a los churros, espero que con chocolate para no traicionar las normas de comportamiento culinario) Os lo contaré.