LA RUTA 40

La mañana empezaba recorriendo Humahuaca hasta el centro de la localidad y repetir las fotos de anoche pero de día. Visto lo visto lo mejor era seguir la RN 9 hasta La Quiaca donde verdaderamente iniciamos la RN 40…La idea debido a los ajustes de fechas era: foto comunitaria en La Quiaca, regreso a Agra Pampa y cortar por lo sano para hacer mucho más llevadero el camino hasta Susques.

Ya en la ruta hemos visto las primeras llamas y algunas vicuñas revoltosas…parada y foto (como se aprecian los primeros animalitos que ves en un viaje, luego ves miles que no te interesan). Pero la ruta 9 nos iba deparando una sorpresa tras de otra…el paisaje con los “siete” colores y sus matices superaba lo que habíamos visto hasta ahora. Formas y colores iban dándonos nuevas versiones de este. Norte argentino.

Una vez en La Quiaca y después de abusar del disparador de las cámaras por aquello de “yo estuve allí” nos fuimos hasta un mercadillo a comprar provisiones para el picnic del mediodía, la altura más de 3900 metros hace aconsejable una comida floja (vamos lechuga, tomate y cebolla si hay) y le añadimos queso autóctono y alguna fruta. Eso si el Te de coca es imprescindible para seguir camino. Estábamos en esa (valorando si hacíamos lo previsto Abra Pampa-Susques o nos lanzábamos a la RN40 con todas sus consecuencias) cuando unos funcionarios de parques nacionales nos han recomendado efusivamente empezar la 40 por aquello de no perdernos paisajes que jamás volveríamos a recuperar. Y nos convencieron pese a que la tarea era ardua y significaba llegar de noche a Susques. Cargamos nafta (gasolina súper con un bidón suplementario) y a empezar la ruta en su Km final a la inversa. Nos sorprendió las primeras imágenes del paisaje. Santa Catalina fue el primer punto para pararse y al picnic. Pero lo importante estaba por llegar…km a km nos fuimos hacia cachí-cachí y ya antes los paisajes nos reafirmaban lo bueno de la decisión. Y es que esta parte de RN 40, 318 kms no sin dificultades en el ripio ofrecen un sin fin de paisajes todos ellos distintos que ríete de los que has visto hasta ahora. Incluso los folletos e internet no hacen justicia a lo que estas viendo.

Lo importante es que la Ruta 40 es la parte esencial de este viaje. Ya no es solo vamos a hacerla, sino que la vamos a disfrutar. Cada momento es un “para” al conductor porque lo que estás viendo te inspira una nueva foto. Los colores de las montañas reflejan su composición…hierro, manganeso o cobre forman parte de una pintura cuya autora no es más que la naturaleza. Y no hay más que contar (ni menos). Mañana toca llegar a Cafayate…arduo día con el viaducto de La Polvorilla en San Antonio de los Cobres y después el paso Acay el punto más alto de la RN40. Pero eso mañana