12 DE NOVIEMBRE DE 2019

TODA LA DECADENCIA ENTRE DOS MARES

Los carteles de las carreteras rezan Taranto…algunos blogs y guías le llaman Tarento. En esta ocasión se llame como se llame el monje, lo que lo hace es el hábito. Una ciudad divida en tres partes. Una de ellas, donde se concentran casi todos los monumentos, es una isla de apenas 8 kms cuadrados y que te ofrece la posibilidad de conocer la evolución cronológica y social de esta ciudad, pero al mismo tiempo reúne la imagen de mayor decadencia que hemos encontrado en este viaje. Vestigios griegos…un templo dórico (bueno dos columnas) Ruinas romanas (cuatro piedras) Iglesias católicas de entre el IV y el XVIII. Un castillo de Fernando I de Aragón construido sobre uno normando del siglo X (hoy no se podía visitar por las inclemencias del viento) Junto a todo esto un sin fin de palazzos repartidos por ese centro normalmente de los siglos XVII y XVIII, algunos de los cuales no se sostienen (están apuntalados) y el resto se han convertido en viviendas de un conglomerado de familias que viven fundamentalmente de la pesca. El Barrio sería una Barceloneta con pedigrí. Pero mucho más dejado y ruidoso que ese excepcional barrio barcelonés. Los decibelios de las conversaciones o las llamadas de atención entre unos balcones y otros superan cualquier medida conocida hasta ahora (¿será común en los “sures” del mundo?) Hay una zona central donde abundan los Ipogeo (hipogeo en castellano) y que encierran restos de una ciudad anterior a la que hoy vemos. Las calles estrechas, algunas ruinosas, pero que en su conjunto forma una encantadora decadencia. La sorpresa sin duda el Duomo , una catedral del siglo XI, transformada en sucesivos siglos hasta quizás el XVIII. Pero que conserva toda su estructura románica…además cuando bajas a la cripta la sorpresa es mayúscula y en algunos puntos puedes ver la iglesia anterior que seguramente sería del siglo IV. Los frescos de esa cripta para enmarcar en el conocimiento de como fueron allá por el siglo XIII. El museo que se encuentra en el antiguo convento de San Doménico…al lado De la Iglesia dedicada a este santo, hay piezas de los siglos IV antes de Cristo que se han recuperado de colecciones públicas y privadas. Un lujo.

Descrito cómo es esa parte de Taranto, hay que reseñar que vive de cara al mar y por tanto de la pesca. Aunque hoy no ha sido posible salir a faenar por el viento. Toda la flota (importante por el número y lazas características de los barcos) estaba amarrada y el lugar donde se vende el pescado a pie de puerto vacío…Si pasáis por la Puglia de camino a la Reggio Calabria Taranto o Tarento es visita obligada.

La primera hora de esta mañana no hacía presagiar nada bueno para este día…la lluvia incesante durante la noche y recrudecida vía tormenta al amanecer  nos ha obligado a encerrarnos en la Holly hasta que ha amainado casi a las once. Pero el viento amigos ese ha seguido con nosotros hasta casi Morano Calabro…la siguiente cita con el programa de visitas turísticas. Dicen las buenas lenguas (blogueros de viajes) que este pueblo es uno de los más bonitos de Italia…la verdad es que su imagen global situado sobre un promontorio al norte de Calabria, en la provincia de Cosenza, lo confirma…aunque su borgo, no tiene por donde cogerse…calles empinadas, escaleras, casas de su padre y su madre, aunque con un denominador común que es el rebozado en gris cemento (para la foto) y en su parte más alta un castillo normando (su principal atracción además de la foto del conjunto) y dos iglesias del siglo XI muy reformadas y que apenas se distinguen algunos elementos. Quizás el campanile de la Anunzziata. Si me preguntáis si vale la pena un desvío para verlo, la respuesta es no. Eso si la sierra que lo circunda bien merece una excursión. Ahora en Crotone , bueno a unos 8 kms, al borde del mar oyendo el viento y algunas rachas de agua…hoy hemos pasado de 0 metros a 1420 sobre el nivel de mar y de 21 grados a 4 grados…todo aderezado con viento y lluvia…pero que bellos es viajar. Para cenar bistró Holly, creo que toca pasta…