SEXTA ETAPA
Castilblanco-Puerto de Santa María-Cádiz-Sanlucar de Barrameda
Desde Castilblanco vamos a Sevilla y enlazamos con la N-IV hasta el mismísimo Cádiz.
CÁDIZ
La ciudad de Cádiz, cuyo municipio es, prácticamente, lo que ocupa la misma, se asienta en el extremo oriental de la Bahía de su nombre, en una superficie medio isla, medio península, que está unida a tierra por una estrecha franja arenosa.
Su situación ha determinado su clara vocación marinera y su dedicación exclusiva al mar desde los primitivos tiempos de su fundación. Considerada la ciudad más antigua de occidente, por aquí pasaron los fenicios, los griegos, los romanos, los árabes…, y aquí se redactó la primera Constitución democrática de España.
A pesar de su naturaleza urbana, contiene lugares de interés natural, como las playas de la Cortadura, el Chato, Torregorda, y las Marismas de Santibáñez, incluidas en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
La ciudad, conocida popularmente como la “Tacita de Plata”, tiene un inconfundible sabor marinero, y destaca la gracia y la hospitalidad de sus habitantes, como lo demuestran sus famosos carnavales; monumentos interesantísimos como la Catedral, las Murallas, la Parroquia de Sta. Cruz, el Parque Genovés, la Puerta de la Caleta, etc. Todos ellos lugares de indudable encanto, a los que hay que sumar su gastronomía y sus playas, famosas y bellas, como la de la Caleta, Sta. María del Mar, o la Victoria.
Notas históricas
Ciudad legendaria fundada por los fenicios en el año 1100 a. C., aunque los restos arqueológicos más antiguos datan del siglo VIII a.C. También ha sido ligada su fundación, a través de la mitología, a Hércules y relacionada con la legendaria Tartesia. Los fenicios la llamaron Gadir que significa “recinto cerrado”. Estos fundaron una factoría comercial y un templo en honor del dios Melkart.
A partir del 206 a.c. pasará a formar parte de Roma como ciudad aliada y con el nombre de Gades. Se iniciará así una de las fases de su historia de mayor prosperidad, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del Imperio. En la época imperial será conocida como “Augusta Urbs Julia Gaditana”. A sus habitantes se les concedió muy pronto la ciudadanía romana.
En los inicios de la invasión musulmana en el siglo VIII, serviría de apoyo a los ejércitos facilitando su paso, aunque pronto su importancia pasaría a segundo plano hasta la conquista cristiana y repoblación, llevada a cabo por Alfonso X El Sabio entre los años 1260 y 1262.
Durante el siglo XV su actividad económica se basa fundamentalmente en el comercio por mar, y se centra sobre todo en el Norte de África. En el año 1493, los Reyes Católicos incorporan la ciudad de Cádiz a la Corona; había pertenecido al señorío de los Ponce de León desde el 1470.
Con el descubrimiento de América, Cádiz va a tomar una significación ascendente como gran ciudad, que culminará en el siglo XVIII. Sus condiciones naturales harán que cada vez que los buques no puedan atracar en Sevilla lo hagan en Cádiz. En el año 1717 pasará la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz y con ella el monopolio del comercio con América; aunque esta situación duró poco tiempo, ya que en 1778 la facultad de comerciar con el Nuevo Mundo fue ampliada a doce puertos.
En los siglos XVIII y XIX, se consolida su casco urbano, se hacen las acometidas urbanísticas necesarias y se construyen el núcleo fundamental de los monumentos y edificios que nos ha llegado hasta nuestros días.
En la Isla del León, hoy San Fernando, iniciaron sus reuniones las célebres Cortes de Cádiz, Cortes Generales constituyentes promovidas para dar una Constitución a España durante la guerra de la Independencia. Huyendo de los franceses, las Cortes se instalaron en las proximidades de Cádiz, única plaza que los franceses no pudieron tomar en toda la guerra. Desde 1810 hasta 1811 la Asamblea tuvo lugar en el teatro de la Isla del León; en febrero de éste último año, la proximidad de las tropas napoleónicas hizo que las reuniones de la Cortes se celebraran en Cádiz, en la iglesia de San Felipe Neri, de donde volverían nuevamente a la Isla del León hasta su definitivo traslado a Madrid (1813). Acabada la guerra, seguirá liderando el liberalismo con el apoyo a Riego en 1820 y el protagonismo adquirido con la invasión francesa de 1823. Asimismo, Cádiz será pionera en el levantamiento de 1868.
A finales del siglo XIX iniciará su decadencia económica. Una serie de acontecimientos como la pérdida del mercado colonial, que tendrá su culminación en el Desastre del 1898, y la Guerra de África, entre otros, propiciarán una crisis de graves consecuencias.
PUERTA DE TIERRA. Murallas de Cádiz.
Tras el saqueo de los ingleses en 1596, la Ciudad organiza su defensa mediante un sistema de murallas y accesos al casco urbano muy restringido mediante puertas fortificadas, como esta Puerta de Tierra. Obra monumental de la arquitectura militar del siglo XVII, hará la plaza inexpugnable en el futuro -Cádiz será la única ciudad que los franceses no pudieron tomar durante la Guerra de la Independencia-, y determinará el tejido urbano que hace de Cádiz un espacio geográfico singular.
BARRIO DEL PÓPULO.
Sus calles se organizan siguiendo el modelo del barrio medieval (siglo XIII) en el que tiene su origen.
CATEDRAL.
Se inicia su construcción en 1722, y no se terminará hasta bien entrado el siglo XIX, lo que determina un conjunto final donde se superponen diversos etilos arquitectónicos, dominando el barroco y el neoclásico. Contiene esculturas de La Roldana, Martínez Montañés y Arce. El Museo Catedralicio guarda joyas artísticas relevantes: tallas, obras pictóricas y objetos litúrgicos, entre los que destacan las magníficas custodias procesionales.
CASA DE LAS CADENAS.
Corresponde al tipo de casa-palacio de finales del siglo XVII. El elemento arquitectónico más significado es su portada barroca, construida con mármoles genoveses.
CÁRCEL REAL.
Arquitectura civil de estilo neoclásico, correspondiente al último tercio del siglo XVIII, cuando la Ciudad vive un fuerte impulso económico debido al comercio con América
CASTILLO DE SANTA CATALINA.
Arquitectura militar del siglo XVII.
CASTILLO DE SAN SEBASTIÁN
Arquitectura militar del siglo XVII.
EL PUERTO DE SANTA MARIA
Municipio situado en plena Bahía de Cádiz, presenta tres paisajes distintos: la marisma, una zona de pinares y la zona de playas.
Las marismas, la de los Toruños y del río Guadalete, están incluidas en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
También se encuentran en su término el Complejo Endorréico del Puerto de Santa María, compuesto por la Laguna Salada, Juncosa y la Chica.
Las playas, extensas y de arena fina, son uno de sus principales atractivos.
La ciudad, cuya constitución como tal data de 1281, está repleta de monumentos y lugares de interés, como el Castillo de San Marcos, el Palacio de Villareal y Purullena, la Iglesia Prioral, el Monasterio de la Victoria y la Plaza de Toros.
Parroquial de El Puerto de Santa María | El Puerto de Santa María |
Casa típica | Doma del cartujano en Bodegas Terry |
Notas históricas
Según la tradición, fue fundada por un héroe de la Guerra de Troya que la llamó puerto de Menestheo. Publio Escipión le daría el nombre Puerto Gaditano. Los musulmanes la conocieron como Alcanter o Amacia Alcantes, que significa “Puerto de las Salinas”. Ya en el siglo XIII, Alfonso X cambia su nombre por el de Santa María del Puerto.
la abundancia e importancia de restos arqueológicos como los del Aculadero y Doña Blanca da idea de la importancia de la ciudad desde el Paleolítico, pasando por el mundo mediterráneo antiguo, los romanos y los musulmanes, en cuyo poder permanecería durante más de cinco siglos. Conquistada en 1250 por Fernando III, fue repoblada y fortificada por Alfonso X (1254), que respetó la organización administrativa de los árabes, limitándose los cristianos a la tenencia de las fortalezas y al cobro de un tributo.
Cristóbal Colón residió aquí y consiguió que Juan de la Cosa pusiera a su servicio la nao Santa María. Con el Descubrimiento de América se organiza el tráfico comercial con las Indias, siendo punto de partida de numerosas expediciones americanas, como la de Alonso Ojeda (1499) y la de Rodrigo de Bastidas y Juan de la Cosa (1504), hasta que Sevilla obtiene la exclusiva de fletes y expediciones.
Durante los siglos XVI y XVII es base de las Galeras Reales y sede de la Capitanía General del Mar Océano.
En 1810 los franceses establecieron su cuartel general para el asedio de Cádiz.
Con la llegada, en 1822, de los Cien Mil Hijos de San Luis para restablecer en el trono a Fernando VII, el rey firmaría el famoso “Decreto del Puerto de Santa María”, por el que se retractaba del acatamiento a la Constitución de 1812 y emprendía una dura represalia contra los liberales.
El siglo XIX supondrá la recuperación de su actividad comercial con la producción, comercialización y exportación de vinos hasta nuestros días.
Está considerada una de las cunas del cante flamenco.
Para comer escogimos Sanlúcar de Barrameda, con la desembocadura del Guadalquivir y Doñana al fondo. Al lado de donde pasan las carretas de El Rocío. Restaurante Avenida 2. Hace años un clásico del pescaito, de las gambasy langostinos y como no de la Lubina o la Dorada a la espalda. No hay que olvidar que en el Lago Santipetri había una pisicifactoria de gran calidad. Dicen que quien tuvo retuvo, pues no. En Sanlúcar afortunadamente deberán existirrestaurantes que elaboren los productos del mar con esmero y a tono con su fama. Este Avenida 2 ha venido a menos y la Dorada a la espalda dejaba mucho que desear. Aunque con Barbadillo entraba mejor. Una lástima.Busquénse otros restaurantes que los hay.