VIANA A NAVARRETE (Etapa 8)

25 de abril de 2010

22,2 kms.

Salida a las 7,50 horas. Llegada a Navarrete a las 13,30 horas.

Pasos intermedios:

Laguna de las Cañas. Logroño.

El Hostal Villa de Navarrete muy recomendable y comer el Hotel Rey Sancho también. Un menú de 15€ más que aceptable.

La etapa de hoy se divide en dos, la primera entre Viana y Logroño y la segunda desde Logroño a Navarrete.

Cada parte tiene su qué. Desde Viana a Logroño se asemeja a lo que viene siendo el Camino de Santiago hasta aquí. Bosques, campos de cultivo, viñedos, etc. Todo lo bucólico que crees vas a encontrar en este recorrido hasta Santiago. Es la fórmula perfecta de huir del ruido urbano para integrarte en un  paisaje que te atrae por sus silencios, pero también por sus sonidos. El viento, los árboles, los pájaros, las esquilas de vacas y caballos, una oveja que bala. Todo ello forma parte de un Camino imaginario que se torna real a medida que avanzas.

A poco de salir de Viana te topas con al ermita de la Virgen de Cuevas, nada con pasado mañana. Una ermita normal en si misma, como hay muchas. Tres kilómetros más tarde llegas a una Laguna, la de las Cañas donde hay instalado un observatorio de aves. Bueno es un intento más de invertir en medio ambiente por parte de las autonomías de este país. Antes nadie sabía que existía y ahora está declarado de interés preferente. Perfecto si sirve para que los niños aprendan lo que son las migraciones de las aves.

Justo donde está la papelera Ebro está el límite entre dos comunidades, una Navarra que dejamos y otra La Rioja que nos recibe y por la que pasaremos durante unas cuantas jornadas antes de internarnos en Castilla-León.

Desde aquí un andadero artificial nos conducirá hasta casi Navarrete. No menos de 16 kilómteros, me explicaré. Esta sería la segunda parte de la etapa de la que hemos hablado anteriormente. El Ayutamiento de Logroño, no sin razón ha hecho coincidir el paso del Camino de Santiago por su término municipal con la construcción de un andadero que sirva de igual manera a peregrinos, turistas del peregrinaje, caminantes, ciclistas ocasionales y domingueros de toda índole. Realmente se aparta de lo que es el carácter del Camino, pero sirve para entretener al personal.

Pues vamos a andar acompañados de todo tipo de personas que tienen el andar como terapia para sus males. Desde el límite del término hasta casi Navarrete nos acompañará esta forma de hacer Camino en Logroño. Menos mal que poco antes de entrar en la ciudad por el Puente del Ebro la señora Felisa ha instalado en un local, de esos de segunda residencia de pobre, un alto en el camino donde puedes sellar tu credencial y además tomar un refrigerio ya sea de desayuno continental, café y pan con mantequilla y mermeladas, algún que otro bocadillo y si me apuran como a mi un par de huevos fritos con chorizo y una buena cerveza. Lugar de parada obligatoria. Una buena forma de subsistir por parte de la amiga Felisa.

Con al estómago lleno emprendemos la marcha por Logroño, pasamos el puente del Ebro, por cierto había una concentración de personas necesitadas de la terapia de andar. Incluso había cola para apuntarse a lo que denominan “Caminatas saludables”. Lo que se ahorra la sanidad pública con todas esta iniciativas que además en una capital pequeña es todo un acontecimiento.

Seguimos por una parte del Logroño antiguo. La Calle Ruavieja tiene la ermita de San Gil de la que se conserva la puerta y nada más. Algunos palacios transformados en sedes de entidades públicas y después de pasar por la Puerta del Camino nos dirigimos a la calle Marqués de Murrieta en el Logroño moderno. Más de un kilómetro de avenida al uso urbano, tiendas y más tiendas. Personas y más personas que te miran especialmente por tu indumentaria de caminante.

Convento de la Merced Iglesia de Santiago Puerta de Castilla

Así hasta llegar a una nueva senda preparada para todos los que antes hemos mencionada  que empieza en el Parque de San Miguel y nos llevará hasta la Grajera, donde se ha creado un lugar de esparcimiento a orillas de un embalse. Allí entre barbacoas y los domingueros establecen sus cuarteles para almorzar, comer y echar la siesta si hace falta. Otros pescan y unos que me ha tocado esta domingo de abril de 2010 usan el Camino para manifestarse. 30 o 40 utópicos que con su llamada a la huelga general creen que van a cambiar el mundo. Cambiaron mi camino que de tener una cierta paz se ha convertido en un festival de canciones revolucionarias interpretadas por personal de la CGT, CNT y FAI. Aunque si cierras los ojos y solo escuchas verás como las melodías se asemejan a otras que mejor olvidar, como estas. Los extremos se tocan siempre. Curiosa costumbre de los peregrinos al pasar por este lugar. En las vallas que nos separan de la autopista se cuelga una cruz símbolo del peregrino….

La Grajera

Después de una subida exigente llegamos a un alto con Navarrete al fondo. Dos kilómetros y final de etapa. Ducha y comida.

Antes de llegar a Navarrete se pasa por las ruinas del antiguo hospital de peregrinos de San Juan de Arce, hay que hacer un alto para ver cómo era su iglesia de románico tardío. La puerta de este hospital es hoy la `puerta del cementerio de Navarrete. Interesante.

Hospital de Arce Navarrete
Iglesia de Navarrete Cementerio de Navarrete

Publicado en Diario de Teruel 27 de abril de 2010

UTOPÍA

De Viana a Navarrete pasando por Logroño es de esas etapas con gran ciudad incluida que producen en el caminante una pequeña frustración porque parte de tu camino se hace por una urbe con todos los aditamentos que ustedes pueden suponer. El Camino a Santiago es una buena manera de encontrarse con tu propia soledad. El acto de caminar, de vencer al horizonte, te lleva a la introspección y a repasar todo aquello que no habías pensado antes. Pero dejémonos de filosofías y al grano, que quedan pocas líneas. Para no estar solo una buena cosa es encontrarse con una marcha manifestación de no más de 30 utópicos que todavía creen en lo de una sociedad justa. Ya me gustaría a mí que así fuera, pero más de dos horas de canciones revolucionarias es más de lo que un caminante puede soportar. La solución de pararse creo que ha sido la mejor y así cada uno con su  utopía, la mía la de llegar, la de ellos un mundo justo al alcance de la mano. Que alguna se logre.