ETAPA 21 LA PARTE INHUMANA DEL CAMINO

LA PARTE INHUMANA DEL CAMINO

A las ocho de la mañana ha abierto el único bar donde se puede desayunar en O’Cebreiro…uno tras otro la veintena de peregrinos (este año 95 por ciento de españoles, Jaén, Valencia, Pamplona, Catalunya y dos coreanos “llegaron”…dos franceses, uno “el franchutis” y otro que viene desde Marsella, no aclaró si en bici. Una inglesa, que sepamos y otra alemana que al parecer ha ligado con uno de los catalanes, por las carantoñas…). A lo importante, la decisión era hacer la etapa “por el Camino” o por la “carretera”…que si, que no…hasta que un paisano ha aclarado el tema “por el Camino no se puede, ha desaparecido bajo la nieve”. Decisión tomada…todos a la carretera. Abrimos la procesión con el de Pamplona al frente (se ha ido raudo y veloz, como Son estos pamplonicas)…Ahí ha empezando la aventura que certifica cual es “la parte inhumana del Camino”…Agua nieve, a las primeras de cambio…nieve en las alturas…lluvia pertinaz (casi un orballo con voluntad de aguacero) en la parte media…vuelta a la nieve y al agua nieve ya en las partes más bajas de esta etapa. Todo condimentado con un viento flojo del oeste que te daba en la cara y te metía en los ojos, porque lo de las gafas era un broma, esos pequeños copos como perdigones. Y servido con una niebla que te obligaba a estar atentos a los vehículos que subían a O’Cebreiro (la verdad es que la educación de la gente sobrepasa el límite de lo obligado, muchas gracias a todas las conductoras y conductores con los que nos hemos cruzado). La quita nieves y la pala que además echaba sal arriba y abajo…primero entre O’Cebreiro y el Alto de Poio y luego casi hasta Triacastela, se esperaba un aluvión a ver la nieve, pero es que había tanta y hacia tan mal tiempo que creo que sed han quedado en casa. Solo unos veinte locos “de atar” ha desafiado el tiempo y el asfalto.

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Primero los 3 kms y poco hasta Liñares…repasamos el Camino y seguimos por carretera hasta el Alto de San Roque (1270 metros) foto de rigor en el monumento al Peregrino. Y a seguir hasta Hospital de la Condesa…tampoco el camino ofrece garantías…y así hasta el Alto de Poio (1335 metros) Aquí parada y fonda…Un Cándido gallego para reponer fuerzas y combatir las condiciones climatológicas de frío y agua (enseres junto a la chimenea)…alguno, “el franchutis”ha pedido además un chorizo casero (eso ya es pasarse) y allí hemos decidido seguir carretera hasta poco más de 4 kms de Triacastela en Pasantes (dependiendo del grosor de la nieve). Desde allí hasta aquí mi amigo André “el franchutis” para los del Camino y los que siguen estas crónicas, se la ha pasado quejándose de todo, del tiempo, del recorrido, de la carretera…la frase era “esto es inhumano”…como no le hacíamos caso y sus quejas se las llevaba el tiempo ha acabado diciendo a modo de crítica global, “cómo vamos a secar todo esto”…Tiene razón, era inhumano y todavía no sabemos cómo, ni dónde se va a secar toda la ropa y botas mojada hasta las cachas…en su inmensa fe siempre vale decirle aquel.lo de “dios proveerá”…

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En Pasantes hemos tomado el Camino para pasar por Ramil y ver el Castaño milenario que es una verdadera pasada…foto de rigor y a seguir hasta la iglesia de Triacastela, que por primera vez estaba cerrada.

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De ahí en taxi hasta Samos donde pernoctamos en Hotel A Veiga, toda una garantía de habitación y restaurante…es sábado y toca cocido…de primera magnitud. Lo mejor las nabizas u hojas del nabo que le dan un sabor especial a la patata y a los garbanzos…la lástima es que de vez en cuando toca beber agua por aquello de mantenerse y a dormir la siesta…no apetece salir y además el monasterio está cerrado a partir de las cinco y media y como es San Blas, la misa ya ha sido esta mañana…tarde de bar y futbol. Cena de bacalao (especialidad de la casa con un mencía de Ribera Sacra, cuan diferentes son con los mencía del Bierzo,”climatología dicen”) y a esperar a mañana… etapa de transición hasta Sarria donde empiezan los “Compostelas de churrimangui”…esperemos que sean pocos.