En el fondo este viaje tiene dos puntos de interés. El primero es el Himalaya y el Everest aunque se a desde su campo base. El segundo es conocer uno de esos grandes desconocidos como es el Tibet. Una nación incrustada entre montañas, que después de la conquista China está desnaturalizando a pasos agigantados. En Lasha, su capital, la fisonomía ha cambiado considerablemente. Los tibetanos no integrados han sido recluidos en un gueto, mientras que se construyen barrios enteros para los ciudadanos de la etnia chan que van repoblando el Tibet.
Los monasterios, los monjes, sus lamas y una religión que nos queda lejos culturalmente son un atractivo que invita a llegar, ver y analizar.