AREQUIPA

Arequipa es la segunda etapa de este viaje al encuentro de dos mundos el pre colombino y el colonial. Ya hemos recorrido someramente Lima, con alguna presencia colonial especialmente en la parte antigua y ahora nos toca buscar lugares de encuentro entre las muchas culturas que habitaron Perú antes y después de los españoles. Arequipa es una buena opción. De entrada el alojamiento en Casa Andina de Arequipa nos permite reconocer un Palacio de estilo colonial al lado del Monasterio de Santa Catalina de Siena que constituye el eje principal de lo que hay que ver en esta ciudad. Siguiendo los puntos de interés nos detendremos en la Plaza de Armas, naturalmente. La Catedral y la Compañía como edificios religiosos de mayor representatividad.

Santa Catalina de Siena es algo más que un edificio colonial o religioso en el sentido bíblico de la palabra. Se trata de un recinto de más de 20.000 m/2 que albergaba toda una filosofía de “entrega a dios” de muchas mujeres algunas incluso pobres del Perú colonial. Todo está dedicado a la práctica de la religión, pero con cierto orden y atendiendo a las diferentes clases sociales existentes en la ciudada allá por los siglos XVI y XVII. Separación por temporalidad en la orden, iniciadas, novicias o con los votos perpetuos. La estructura arquitectónica permite la separación física de estas tres categorías e incluso la vida en solitario de las monjas en dicho convento.Algunas de estas “novicias” tenían a su servicio tres o cuatro personas entre sirvienta y esclavos. Calles, plazas casi todas con nombres de ciudades españolas. Celdas de mayor o menor lujo,todas con su cocina incluida,  habitaciones para el servicio de las ilustres damas que llegaban al convento. Lugar para la oración, para el trabajo y la meditación en los patios interiores. Capillas, una gran iglesia  y algunas cosas más. Veamos como es esta Santa Catalina de Siena.

Tres momentos de la llegada de las novicias. 1.- la entrada. 2.-La sala de visitas. 3.- El primer claustro

Los siguientes tres momentos. 1.- La calle interior. 2.- La celda. 3.- la cocina

Las tres últimas fotos: 1.- Nos faltaba el lavadero. 2 y 3.- Escenas de la clausura de hoy.

Dejamos Santa Catalina y nos aventuramos por la ciudad de Arequipa- ¿Hacia dónde? Pues tan simple como la Plaza de Armas. Allí la Catedral. Edificio fruto del empeño. Construida en 1656 ha sido destruida en dos ocasiones posteriores y todavía el terremoto de 2001 la dejó maltrecha con una torre inclinada y la otra caída. Al año siguiente lucía el aspecto que pueden observar en la foto.

En una esquina de esta plaza se levanta el edificio de La Compañía, los jesuitas. Exterior e interior, como sus claustros merecen una visita. Es imprescindible.

Arequipa tiene además otros atractivos. La de ser una ciudad colonial donde se agolpan edificios singulares. Un volcán que la vigila y unos alrededores donde se produce.

Ya les hemos dicho que el alojamiento en Casa Andina, una cadena peruana de excelente factura. Comer no lo duden en Chicha, la franquicia de Gastón Acurío, no les defraudará.