VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Hemos dicho por activa y por pasiva que la RN 40 era versátil y singular en materia de paisajes. Los hemos visto de todo tipo y condición (desde el norte en Salta y Jujuy hasta Mendoza. Y ahora en Neuquén vuelta a cambiar desde lo desértico en Buta Ranquil hasta lo más verde que hemos visto hasta ahora aquí en San Martín de los Andes (queda, como no todo El Valle de Uco en Mendoza o Cafayate, pero nada comprado con esta frondosidad). Hay un punto a destacar en este recorrido y es a la altura de La Rinconada, a poco más de 60 kms de San Martín, la fisonomía del paisaje pasa de Patagonia auténtica con esa semivegetación que crece en el desierto a unas “marismas” que la transforman en un manto verde (pónganse en el Mirador de La Rinconada y me darán la razón). Incluso se pasa del chivo (una constante desde Vitoria Ranqil hasta ese punto) a la vaca en su esplendor (todo es verde)…

Después de desayunar el dueño del hotel del Norte en Ranquil nos lleva hasta un volcán o hueco provinente del choque de un meteorito “dice la leyenda” y a pocos kms del cráter del volcán Tromver, realmente un paseo interesante donde descubrimos que el suelo de esta población es más lava que otra cosa.

Desde allí a 39 kms a buscar fósiles en una montaña, también de lava (y es que es una constante en el suelo de este departamento). No se lo creerán,,,pero estaban. No muchos porque ese sitio ya está más que trillado, pero para un recuerdo nos llega. Al salir de Chus Malal nos encontramos con el monumento a “la mitad del Camino”…foto de rigor y a seguir.

Seguimos hasta Zapala y aunque la primera intención era acercarnos al lago de Aluminé y alrededores…la prudencia por la distancia nos hizo desistir e irnos sin pérdida de tiempo, primero a Junín y de ahí a San Martín de lo Andes.

Carretera y manta y a más de 200 kms de Zapala nos encontramos con la visión del volcán Lanín…en el Parque Nacional de Lanín y que divide Chile y Argentina. Hemos visto volcanes de más de seis mil metros…Incháustegui, Muerto, Dos Ojos o san Francisco. Pero la majestuosidad, el envoltorio en nieve perpetua y otras lindezas lo hacen imprescindible en esta ruta 40…las fotos hacen no hacen justicia a su belleza.

Desde ahí 41 kms y llegamos a San Martín de lo Andes…”un shoping global” Todo está dispuesto para incitar al consumo. Dicen que las ciudades con esquí se asemejan y rinden homenaje a sus predecesoras las ciudades con estación de esquí de Suiza…tienen razón, viendo San Martín uno cree que está en El Valle de Arán o Andorra. Al llegar, rápidamente a visitar el lago Lacar y hacerte una pequeña noción del lugar. Es ahí donde somatizas cuanto hasta visto entre Junín y acá y te sugiere lo de “verde que te quiero verde” que escribió en su día Federico García Lorca.

Por cierto paseando por entre tiendas de chocolate, hoteles, ultramarinos y tiendas de deporte…uno se topa con  la sorpresa de ver  en un comercio una bolsa de arroz Bomba de Calasparra…Murcia. Para cenar Restaurante Piscis, lleno hasta la bandera (la señorita de la a Hostería acertó de pleno al quince) Un cordero patagónico y antes unos trucha ahumada y provoleta acompañado de un malbec (cómo no) Mañana a Bariloche, pero antes Los Siete Lagos…un compromiso.