EL VARÓN DOMADO…día 3

El final del día es el cumple de uno de los tripulantes. Fiesta de guardar en la goleta con suquet de barracuda (autor el bueno de Pepe) Toda la sabiduría culinaria y mirando a la Costa Brava (el ampurdanet) en una bahía de Turquía a mil kilómetros de Estambul. Algún blanco de aeropuerto (chardonnay, suavignon blanc o alvariño) para regar este suquet de importación. Complementado con un syrah. Estaba para mojar pan hasta el final.

Pero todo día tiene su principio. Como las tramas tienen planteamiento, nudo y desenlace. La mañana fresca, menos que la de ayer, pero con los comentarios de costumbre sobre el calor nocturno. Mientras (eran las siete, hora turca) el capitán dormitaba las últimas horas de sueño en cubierta envuelto en un saco de dormir. Una infusión y a conectar esto (lo de ayer) con Instagram. Una vez el grueso del pelotón (incluidos los torpes) se ha levantado empieza la ceremonia de la felicitación a la cumpleañera. Algunos con bañito incluido (rápido, eso si) y a desayunar. En el preambulo un Happy Birdy común con brindis con agua. Sesión de lectura y exposición al sol. De repente un nos vamos…nos ponemos en marcha hacia un nuevo destino. Mar abierto, sube el viento y el capi despliega las velas…el trabajo de los grumetes es a una velocidad de fórmula 1. Ya tenemos el foque, la génova y la mayor a todo trapo…uno se acuerda de cuando en el cole le hacían recitar aquello de Espronceda…”Viento en popa y a toda vela, navega el velero Bergantín…” Entre risas y un qué hacemos se inicia una instructiva conversación donde se cuentan ciertas intimidades (la confianza…) en las que se descubren los poderes femeninos (estamos en épocas de igualdad de derechos y obligaciones) consustanciales a la normalidad de la pareja…ergo el “varón domado”. No seguiremos para no ofender sensibilidades masculinas y femeninas. (aunque la tarde nos brindó la oportunidad de corroborar ese “poder” en uso. “No comas más que no cenarás” sentenció la fémina ante el intento de “libertad masculina”) No sigas Valentín que  te la juegas…bendita virtud la prudencia.

La respuesta al “qué hacemos” ha sido bajar a tierra y un largo paseo bajo el sol (eran las doce) por la costa de un pequeño islote donde estamos atracados al abrigo de un viento traicionero. Regreso bufando de calor, pero con el deber cumplido. Es la hora del baño reparador…Comida al uso (sopa de yogour, arroz y pasta a modo de Tatztiky) y media siesta para esperar la tarde de lectura (segunda parte) porque el viento impide el baño vespertino. Luego un repaso a las finanzas patrimoniales y a la situación del mercado inmobiliario, muy interesante para una tarde de vacaciones en Turquía. La conversación se interrumpe a la llegada del pescado ya limpio y se inicia la operación cena singular para celebrar el cumple. Pepe en la cocina, una sopa con “picada” incluida. Hay que significar que estaba de “chupa domine” y de repetir (no fue posible) Luego la barracuda frita y un pastel con velas, mientras sonaba “el cumple” y Josef (capitán de la goleta de al lado y amigo de esta) encendía el cielo turco con una bengala de auxilio que esta ocasión servía para darle color a la noche de cumpleaños. Amenizada por la historia del plan blanco, de la baguette y de porqué Bonaparte (hornos de Luis) se llaman Bonaparte. Clase de historia entre la revolución francesa y las cocas de San Juan o el horno de Matadepera, mientras absortos pensábamos en Shakira y Piqué y corroborábamos aquello de los “ricos también lloran”. Rosa, la del cumpleaños decía que este ha sido singular y a pesar de los testimonios de tripulantes no se ha creído que todo o casi todo lo ha preparado Josep María…cosas del querer…Música cubana para final de fiesta y algunos vuelven al móvil que no se quedó en España.