ETAPA 4 MONTALCINO-PIENZA

La etapa comienza en la siempre agradecida imagen de la Abadía de San Antimo a pocos kms de Montalcino.

La Abadía de San Antimo y sus alrededores son pura atracción fotográfica. Allí se concentraba un buen número de aficionados que trípode en ristre tomaban cuantas instantáneas podían.

Desde allí regresamos a Montalcino. Ciudad amurallada que fue conquistada por las tropas de Carlos I de España contra los sieneses que se habían refugiado ante el ímpetu de las tropas españolas. Después de visitar la Fortaleza y comprar algún que otra botella de Brunello de Montacino, recorrimos su barrio histórico que reúne edificios monumentales y casas con recuerdos del siglo XIV incluso.

Antes un paseo por la Factoría de Casanova di Neri, un vino de los suyos “Tanta 2010″ acab de conseguir los 100 puntos parker. Está agotado.

Desde allí por la SR2 hasta Buonconvento, pero antes llegamos hasta la Abadía de Monte Olivo otra de las grandes de la Toscana. Curioso a 8kms de Buonconvento como San Antimo de Montalcino. Una casualidad.
Esta abadía reformada en el siglo XVIII sobrevive con los productos que cultiva. Aceite, vino y hierbas aromáticas que sirven para todo.

Llegamos a Buonconvento sobre la una con el fin de comer en el restaurante Roma. Ya es la segunda vez. Una buena ensalada, unos antipasti y pasta bien hecha y condimentada…precios razonables con vino Rosso de Montalcino (caro) no llega a los noventa entre cuatro.

La tarde empieza en un paseo por Buonconvento y de ahí hasta Montepulciano, casi 50 minutos de viaje, pero no se puede prescindir de recorrer este pueblo, uno de los 10 top ten de Toscana. Subida y subida por la calle comercial o barrio histórico hasta la Piazza Grande donde se encuentran los edificios emblemáticos con el Palacio Comunale y el Duomo de Santa María.

Rapidamente porque son las cinco y media a Pienza…impresionante como siempre. Su calle principal y las aledañas son una maravilla medieval, pero además están engalanadas con flores y plantas que realzan su belleza.

Por esta jornada vale la pena regresar temprano a Monticchiello y disfrutar del paisaje de la Toscana antes de anochecer.