Un buen consejo… El día que tengáis que visitar Siena hacerlo a primera hora. Esa en la que los camiones de reparto se alinean en la Piazza dil Campo a eso de las nueve de la mañana. No hay turistas, los camareros están poniendo las mesas y las sillas.
Algunos hasta barren los aledaños del local. Y tú y los tuyos os sentáis en una de esas sillas, contempláis la Piazza para vosotros solos y hacéis las fotos que deseáis sin ningún elemento que las pueda estropear.
Un desayuno ad hoc y cuando sobre las Díez aparecen los primeros colegios y los primeros grupos de turistas, adiós.
El siguiente paso es visitar Il Duomo de Siena. Las indicaciones te llevan hasta la plaza de la catedral donde además está El edificio comunal o Santa María. Pagas cuatro euros y visitas el Duomo por dentro. Impresiona de verdad. Reúne la expresión más auténtica de la escuela de Siena. Imprescindible.
Luego se impone callejear por una de las ciudades emblemáticas del medievo italiano. Capital de la república de Siena mantiene vivos los recuerdos de esos siglos XIII al XV. Alguien se preguntartá por qué no se rehabilitan determinados edificios que aparecen como sucios. Pues porque forman parte de la vida de Siena desde hace ocho siglos. Creo que es suficiente respuesta.
Ah, no os olvidéis de visitar el Santuario de Santa Catalina de Siena, patrona de algunas ciudades y pueblos de ¡España, entre ellos el mío. Olba en Teruel.
Sobre la una y media dejamos Siena en dirección a Volterra. Pero antes comemos en Colle Vall d’Elsa un restaurante con vistas al pueblo muy interesante La Torre. Una pasta, Pici para ser exacto con jabalí muy buena. Recomendable.
Desde allí a Volterra, esta ciudad que se mueve entre los etruscos, siglo VII antes de Cristo y el medievo es visita obligada. Es una de las top ten de la Toscana. Calles empinadas para acceder a las dos civilizaciones.
Sin duda la plaza de la Comuna resulta de lo más interesante. Palacios y edificios del siglo XIII y si sigues pòr sus calles llegas al centro arqueológico donde se descubrieron los vestigios etruscos y después romanos. El anfiteatro marca la diferencia.
Vista Volterra nos vamos a Monteriggnioni, localidad por donde transita la Vía Francigena. Un recinto amurallado de los siglos XII y XIII donde destaca su iglesia dedicada a los peregrinos que llegaban a esta zona camino de Roma, Constantinopla y Jerusalem. Otro de los top ten de la Toscana.
La cena, por ser 25 de mayo en La Cantina de la Porta de Monticchiello. De buena factura, lástima la actuación de la dirección de este restaurante el último día de estancia.. Con un buen Gaja Toscana de Bolgheri. Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah, muy interesante.