ETAPA 10 ESPIGÜETE

Más tarde entenderán el titular…La mañana empezaba temprano y fresca, menos 0,5 grados a ese de las ocho menos veinte en Matamorisca a 18 kms de Cervera de Pisuerga final de etapa. El frío obliga a un caminar más rápido y quizás menos selecto con el paisaje. Además, era el mismo que ayer, media montaña, una parte de meseta y colores oscuros (era casi de noche) El cielo rojizo por el efecto amanecer y carretera (bueno senda para tractores) y manta. Tengo que decirles que el gorro polar hasta venía bien. Seis kms y llegamos a Salinas de Pisuerga. Antes nos reencontramos con una ganadería de bovino al uso (como en etapas anteriores) El río empieza a marcar el paisaje…recuperamos el ver de los prados ganaderos y al fondo chopos y olmos se disputan el protagonismo. En la propia Salinas el camino nos marca la margen izquierda del río Pisuerga que no nos abandonará hasta llegar a Cervera. En Bercilla observamos que la iglesia presenta un torreón cilíndrico adosado a su torre. Este elemento es común en algunas de las iglesias del románico palentino y que tenía acceso diferenciado a la torre o templo. Dicen los expertos que se utilizaba para el mantenimiento del conjunto arquitectónico. Incorporamos algún animal nuevo a nuestra lista entre domésticos y de campo. Se trata de dos cervatillos que comen en trozo segado en verano y que huyen al vernos. La imagen de Jean Luc (el doctor que nos asiste a la menor urgencia) no deja lugar a dudas. También volvemos a ver ciclistas por los andaderos. En esta ocasión más familiares y con bicis TT (vamos, dando un paseíto) Lo extraño sucede cuando una serie de motoristas con máquinas de trial se cruzan y dejan polvo por doquier.

Por qué el Espigüete. Sencillo, todo el recorrido transcurre con el macizo Fuentes Carrionas de frente…como si ese horizonte fuera el final. A un lado el Curavacas (el más alto) y solitario, seguramente a su bola, el Espigüete una montaña que sirve de faro al caminante y vigila lo que acontece en esa senda de los pantanos. En su falda los Cardaños, de abajo y arriba que son testimonio de una Palencia de montaña en las estivaciones de los Picos de Europa. Antes una visita a la necrópolis de Cervera.

Comida en el Mesón Gasolina, muy recomendable…buena carne y mejor carta de vinos.

La tarde dedicada a la visita a San Salvador de Cantamuda en la carretera que une Potes y Cervera de Pisuerga…imprescindible si se quiere entender el románico en estas tierras. Su altar de siete columnas es excepcional en el patrimonio de Palencia.

Pernoctar en Hotel Almirez…como su restaurante, muy recomendable.

Mañana vamos camino de Guardo, pero nos detendremos a mitad de camino, no sea que el kilometraje haga estragos.