LA OTRA DIMENSIÓN
No hay que desesperar si la sorpresa del día no llega en la mañana, ni siquiera a la hora de comer o en la tarde…seguro que llega. Sobre las nueve de la noche, cuando apenas habíamos comenzado a cenar atracados en Symi (la parte urbana de esta isla) llega a nuestra altura un yate con bandera británica (bueno de alguna isla paraíso fiscal) de una dimensiones exageradas para lo que estamos acostumbrados. Revolución en el pequeño puerto de Symi y en nuestra goleta todo el mundo deja el bocado en su plato para empezar sesión fotográfica (es de noche y no sabemos que va a salir, pero allí que estamos) Los tripulantes del yate nos miran como acostumbrados a paparazzis de pega (como nosotros) y no dejan de trabajar en el atraque y en extraer de la bodega una auxiliar que parece salida de un portaaviones americano con los marines a bordo.
40 metros de eslora, tres pisos en superficie, más el sótano. 20 ese tripulación y nos dicen que 4 de pasaje…es lo que denominamos otra dimensión…el primer cálculo de un profesional es que su valor está por encima de los 30 millones de € ( a mi me parece que algo más, diría que sobre las 40…es igual, ninguno acierta) Y aquí estamos valor con estribor y vamos a dormir pegadizos (paso foto en la crónica)
El día tiene su comienzo, aunque hayamos empezado por el final…baño a eso de las ocho de la mañana…joder que fría debía estar el agua, además no había sol…algunos ni lo hemos intentando, no sea que se nos contagie algo de los otros y terminemos todos en el agua…Desayuno algo tarde (las sirenas tenían que cambiarse) Unas cabras nos distraen de la defensa numantina contra las avispas, que han vuelto al ataque después de verse fechadas ayer. Luego a tomar el sol (bueno algún rayo despistado) Recorremos la costa de Symi…piedras y más piedras…lo de la vegetación por esta zona es una entelequia. Así llegamos a una bahía entre montañas donde fondeamos cerca de una playa de apenas unos metros…volvemos al bañito de rigor (algunos seguimos resistiendo el acecho de los demás) Se acerca la hora de comer y hay que llegar (démonos prisa) Otra playita de ensueño y ahí vamos (baño antes de comer,. No he podido resistir la insistencia y al agua patos). Comida con final de salmón, siesta y a navegar hasta Symi…la capital de la isla. Casas singulares dispuestas en una montaña que rodea al puerto…bonito de ver. Pero esto en verano estará lleno de turistas (todo está dedicado a esta industria) Cualquier rincón es un bar, restaurante, tienda o similar. Aunque es mono. Paseo por unas callejuelas estrechas (típicas en lugares simailares) Aunque si miras hacia arriba empiezas a preguntarte cómo se puede vivia a unos cuantos metros sobre el nivel del mar sin acceso motorizado (no hablamos de cinco, ni diez, sino de treinta o cuarenta metros en subida casi vertical) Lo mismo que en Cudillero en la costa asturiana. Iglesias, monasterios y ermitas completan la fisonomía de esta Symi singular.
Cargamos de vino la bodega de la goleta y a cenar (algunos prueban un mojito en una terraza de enfrente). La cena como se corresponde. Y luego amigos lo que os he explicado al principio de la crónica…En el ínterin de esta crónica han bajado a tierra los cuatro pasajeros del “otra dimensión” y parecen humanos (como nosotros, pero con cuentas corrientes diferentes)…solo pensar que amaneceremos a su lado ya me da “otra dimensión”.