Después de la experiencia en Punta Norte decidimos aventurarnos a participar del proyecto de las Orcas en la estancia La Ernestina donde Juan Copello desde hace ya unos cuantos años acoge a profesionales y aficionados a este mundo de las Orcas y permite, por un “módico” precio, hacer un seguimiento desde la misma playa de los posibles varamientos de este grupo de orcas que vive en el entorno de Punta Norte. Les puedo asegurar que pese a que en este año no tuvimos la suerte completa. Naturaleza es naturaleza, afortunadamente en estos tiempos donde todo está previsto por esos bichos mecánicos que se llaman ordenadores. Pues miren ustedes por donde las orcas no hacen caso a tanto microchip y siguen variando sus costumbres para goza o de los que todavía creemos en eso que se conocía como naturaleza.
Esta es sin duda la imagen que representa esta aventura: Antu se acerca a la orilla de la ensenada por si puede cazar un lobito mientras una de las madres evita la tragedia.