Digamos que las guías proponen, dios dispone y al final el que sabe, sabe y si sigues sus indicaciones sales ganando. Eso es exactamente lo que ha sucedido en esta etapa de 18 kms según runstatic y que ha cumplido con traernos hasta Sestao y que ha dejado de lado el Camino De Santiago trazado por los que señalan el Camino y hemos optado por las indicaciones de quienes hacen el trayecto de forma continuada.
Vamos por partes…que es lo mejor para entender la jornada. Todo ha empezado en la Catedral De Santiago de Bilbao, que dicho sea de paso la abren a las once los domingos de guardar…como respetan eso del cristiano “y el séptimo descansó”. Pues nada, mi amigo André que tenía que oír misa, por aquello del precepto dominical ha tenido que ir a San Antón, al lado y por donde pasa el Camino a eso de las diez y media. Los primeros pasos por el Casco Viejo de Bilbao han sido bajo una intensa lluvia. Mientras la misa un sol que incluso quemaba. Pero nada más echarnos a andar de nuevo, en dirección al Arenal, donde está el teatro Arriaga y el puente que te lleva a la Gran Vía, mientras oíamos los acordes de una banda de percusión y aire que hacía agradable el paseo. Se han desatado las iras de las nubes circundantes y ha caído el diluvio universal…la banda se ha guarecido bajo unas carpas al uso y las gentes debajo de los puentes o en un mercado de flores que hay camino del Ayuntamiento. Nosotros impávidos, como si fuéramos expertos en esto del Camino, sigue que te sigue sin miedo al destino y soportando con resignación peregrina todo el agua que caía en esos momentos (eh de decir que el franchutis protestaba de lo lindo y es que no soporta la lluvia)…En el puente del Ayuntamiento unas sirenas de la policia precedían a una marcha reivindicativa de cientos de motars que también desafiaban a las inclemencias del tiempo…Pasamos a la margen izquierda de la Ría y sin pararnos y observando como algunos corredores y corredoras en paños menores desafiaban al agua y al frío, que dicho sea de paso le acompañaba. Guggenhein a tu izquierda, le sigue la torre de Iberdrola y la Plaza de Euskadi (hoy donde más se paga el mercado inmobiliario en Bilbao), la Universidad de Deusto a la derecha y siguiendo la Ría hasta el Museo Marítimo y San Mamés.
¿Es el Camino? No. Pero eso de ir pegado a la Ría y con semejantes monumentos al lado pues que quieren que les diga “París bien vale una misa” que diría, Enrique IV, creo. Por cierto una carrera de de trotadores o runners como les llaman ahora nos ha apartado de la orilla, pero como la meta estaba cerca rápidamente hemos recuperado la senda.
Ha dejado de llover y el paseo por Ría nos lleva hasta Zarrotza, el último barrio de Bilbao que atravesamos de arriba a bajo hasta el desvío a la residencia sanitaria de Cruces. Ha valido la pena el cambio de rumbo. Desde allí siguiendo las flechas amarillas (ya hemos recuperado el Camino) hasta Baracaldo que atraviesas también de un solo tajo y sigues por otro Bidegorri (estas pistas que comparten bicis y caminantes) o lo que es lo mismo el paseo del colesterol moderno, hasta Sestao. Domingo 2 de abril, no quiero ni contarles como estaban a esas horas, dos de la tarde, los bares en Baracaldo y Sestao…a reventar. Desde esta última localidad hemos retornado a Baracaldo en metro, 1,50€ el trayecto.
Pernoctar en Pensión Maite a 29 € la individual. Correcta y céntrica. Comer en Los Jamones de buena factura…vale la pena.
Mañana dejamos Euskadi y nos adentramos en Cantabria…pero eso será mañana.