Etapa convencional de esta última parte del Camino Portugués. Asfalto. Adoquines para pasar aldeas y poco más.
Lo único interesante de toda la etapa está en Grijó. Un monasterio de San Salvador del siglo X que fue muy reformado en el XVI. A su lado una finca inmensa. Sin duda la más grande que hemos visto en zonas urbanas en este Camino. Con un muro que no deja ver, pero si entrever que se trata de una finca muy importante de vegetación más que centenaria.
Luego seguimos hasta Porto con él Douro como elemento diferenciado de otras etapas.
Comentario aparte merece Porto o Vila NOVA de Gaia donde están las grandes bodegas de Porto. Bueno es la otro orilla del Douro.
Como decimos Porto merece una detenida visita de más de una tarde. Por lo menos un largo fin de semana…Martes a Viernes o Viernes a Lunes según disponibilidades. Su casco antiguo es posiblemente el más atractivo de Portugal. Quitado Guimeraes.
Aunque en orto se une a la historia la monumentalidad y las nuevas edificiaciones como su Auditorio de estilo contemporáneo que bien merece una visita muy detenida.
Catedral, la iglesia de San Francisco, las torres que sirvieron de muralla. Los castillos de Queixos o de Foz y un largo etc que hace imprescindible un recorrido detenido.
Luego está la vinculación de Porto con él Douro, su desembocadura y el océano Atlántico que le da un plus.
Dormir en Apartamentos VIVACITY. Digamos que si vais dos o tres pueden ser rentables. Para dos también. Muy céntricos.
Comer no os aconsejamos. He ido de turista a la zona de la orilla del Douro y realmente deja mucho que desear.
