La tarde se presentaba bajo los auspicios de un calor insoportable. La plaza hasta la bandera. Incluso el montículo de sol puso el cartel de no hay billetes.
La terna de lujo. Junto a José Tomás, “el príncipe “, Alberto López Simón y una alternativa del local De Miranda. Toros de Victoriano del Río. No se puede pedir más.
El primero, el de la alternativa, bien presentado algo justo de fuerzas, aunque derriba en varas. Un puyazo cumplido y a banderillas. El torero que se doctora había resuelto el tercio de capote con sobresaliente. Lo más destacado de su actuación. La ceremonia a la vieja usanza. Sobria sin alardes al espectáculo. La mano como mandan los cánones y el Cossío.
Con la franela mucho pundonor y valor para sacarle alguna serie de mérito. Sabe que se juega la tarde y a la hora de matar entra con todo. Tantas ganas que el morlaco le golpea en el pecho y en la plaza se hace un silencio de justicia al ver al torero en el suelo y sin reaccionar. Su madre a quien había brindado el toro, blanca como no podía ser de otra manera. Por fin reacciona el torero y se respira con alivio en el ambiente. Dos orejas, la segunda de regalo por la circunstancia. Ya tenemos el primero a hombros.
Vamos a lo serio. Sale el primero de José Tomás. Ya cuajado de octubre del 11. Una verónica de mérito, la media y a caballos. un puyazo sin lesionar y al quite del maestro. Chicuelinas marca de la casa. Ajustadas y a pies quietos. La plaza vibra con don José.
La muleta a la diestra y a ver el toro en los pases por alto. Vamos a los medios y la franela a la izquierda. Largos muletazos que encandilan al tendido. El toro empieza a quedarse y hay peligro de deslucir la faena. Trincherazos de cartel y algún que otro desplante nos dejan un buen sabor de toros. A por la espada de matar. Una serie de naturales con la quietud del alma y a matar. Estocada trasera…no cae. Ya con el verduguillo en la mano. El toro de desploma y el público enloquece. Faena de una oreja que se convierte en dos. Por qué será?
El primero de López Simón un manso que además mansea. Difícil peromelmtorero con mucha voluntad trata de enderezar al morlaco. Nada de nada. Lo mejor la actuación de un mono sabio defendiendo a un caballo en el suelo a merced del toro.
La faena de muleta comprometida. Difícil pero con mucha voluntad. Incluso por encima de un manso tosco. López Simón llegó a jugarse la vida en dos cabezadas del animal. No merecía la pena el riesgo. Queda otro toro para demostrar lo que vales.
Tomás en el segundo despliega su potente artillería desde el comienzo. Mimando al toro de Victoriano desde las primeras verónicas. En caballos ni le molestan. Las banderillas las justas.
La faena impecable. Desde la izquierda nos vamos a la derecha y pase a pase. Ligando los que pueden y los otros robados al viento. Desde tablas saca al toro hasta los medios a base de trincherazos de cartel pintados con arte.
Si en el primero todo transcurrió con la mano izquierda. Este será con la otra mano, la derecha. Hondos muletazos, con el pico para adentro como debe ser. Qué belleza madre mía. Pies quietos. Muleta en la cara y sin tocarla…es la libre expresión de un toreo que solo interpreta este torero de otra época.
Se respira otro triunfo. Este si de verdad. Falta la rúbrica de una buena estocada, pero antes Tomás nos deleita con una serie sobre la derecha. Estocada en todo lo alto y el toro cae sin puntilla. Eso si son dos orejas por mérito propio. El triunfo está servido. Nos vemos en illumbe.
Es el turno de López Simón. El torero sale con ganas de triunfo, pero en el capote el toro no colabora. Distraído, a la espera de que en el tercio de varas reaccione.
A por todas se dice el maestro y brinda al público. Algo va a pasar, está en el ambiente. Muleta a la derecha y empieza un festival de pases con la hondura necesaria. Se quita las zapatillas y a a por el triunfo. Se dobla para conseguir que el toro emboque la muleta…luego a la izquierda. Algún trincherazo de mucho mérito y enseguida a por la tizona…
Se deja el alma en el encuentro y el toro rueda por el albero…el público que quiere fiesta y los tres toreros a hombros