24 DE OCTUBRE DE 2019

Y NO ME CRUCÉ CON GEORGE CLOONEY

Ayer sol en Aosta y hoy lluvia en el Lago di Como. Pero lluvia todo el día, sin parar ni un momento, aunque nos ha ralentizado el plan (el hecho de viajar de autónomos permite corregir sobre la marcha) no nos ha detenido. Ahora estamos en Bellagio, justo en el centro neurálgico del Lago di Como. Aquí, junto al cementerio de esta localidad pasaremos la noche (porque el camping está cerrado, pese a que en las redes sociales lo da abierto) El día empezaba con la visita a Como. Una ciudad de tipo medio, 85 mil habitantes a orillas del Lago y circundada por pequeñas localidades y villas de todo tipo (las hay mansiones y otras de parcela y casa del novecientos que necesita reforma) La ciudad tiene dos habitats diferentes. Uno de ensanche moderno y otro, el centro histórico, entre las murallas, de calles empedradas y casas de sabor medieval con decoración moderna, porque la inmensa mayoría están ocupadas por franquicias (las que quieras imaginar). Restaurantes monos y bares con encanto alrededor de los lugares de visita obligada…El Duomo o la iglesia de San Fedele. De ahí a la orilla del lago donde abundan los hoteles, casi todos de estilo neoclásico y algunas villas de gran lujo, con embarcadero propio. Una ciudad realmente interesante para visitar. Justo antes del mediodía tomamos el funicular (a orillas del Lago) a Brunate, un ascenso de 720 metros y siete minutos de trayecto. Desde arriba se aprecia una panorama de esta parte del lago y un plano cenital de la ciudad de Como. El Duomo, de estilo gótico y majestuoso, sin llegar a la monumentalidad de otras catedrales en Italia, hay que verla. San Fedele es una iglesia del siglo XII, igual que las murallas que circundan la ciudad vieja y que es una magnífica iglesia de tres naves. Hoy, jueves, aquí había mercadillo popular, como en cualquier ciudad o pueblo que se precie…mal día para los ambulantes (llovía) Recorrido obligado por el mercado de frutas, verduras y otras viandas. Compra de queso, como podéis suponer. Después de comer en el Cafe del Duomo (esta vez la hemos. acertado de pleno) un menú de 20 euros con  pasta (orejas) con una salsa de tomate con crema de boletus (muy rico) y una “grillada” de pescado (básicamente calamares y no del lago) de buen comer. Un postre ad hoc y a la Holly camino de Bellagio a unos 33 kms. La carretera se las trae (paralela a la orilla del lago di Como, os perdéis imaginar) y lloviendo. Una hora para hacer esos kms…el paisaje de ensueño y a medida que íbamos avanzando las casas y villas son de otra dimensión. De todas las localidades que hemos pasado (unas cuantas) me quedo con Lezzeno. A parte de su iglesia metida en la orilla del lago, tiene algo especial. Pero para villas, Bellagio, donde estamos. La veremos mañana (si hay sol, y si no también) Por cierto no me he cruzado con George Cloonye y eso que tiene casa aquí…otro día.