Todavía con las imágenes que nos ha dejado Porto en este Camino Portugués. Con la seguridad de que hay que volver a ver esta ciudad especial del norte de Portugal.
Con ese referente emprendemos la marcha de esta larga etapa para quienes quieran hacerla toda. Se aconseja ir en Metro hasta Araujo, unos 9 kms. Porque el paso por Porto es un sin fin de calles sin sentido.
Una vez en Araujo, frente a la iglesia se siguen las flechas (también camino urbano) hasta Moreira de Maia y de ahí empieza la verdadera etapa de “pavés” adoquinado que prácticamente será una constante en este recorrido.
El Camino desde Vilar do Pinheiro recupera su fisonomía agrícola y hace más agradable el continuado paso por aldeas muy extensas. La verdad es que no lo notas por qué no es agresiva, pero estás subiendo constantemente. A lo largo de los 26 kms hasta Arcos seguro que las piernas te avisan de tal circunstancia.
Como no todo puede ser felicidad hay momentos difíciles en esta etapa. Aquellos donde se camina sobre la N306 en la que no hay arcén ni a la derecha, ni a la izquierda. Hay que ir con cien ojos, especialmente si es día laborable. No como hoy que al ser sábado la circulación era menor.
Disfrutar del paisaje porque se recuperan los bosques de eucaliptos, Robles y alcornoques. No en la medida que los disfrutamos en las etapas previas a Coimbra.
Las corredoiras de entonces se han transformado en carreteras de pavés entre grandes quintas. Los muros de estas fincas son otra de las imágenes de este Camino.
En Vilarinho hay parada obligatoria porque es el último pueblo antes de llegar a Sao Miguel. Una escultura entre moderna y caricatura de un santiago peregrino y poco más. Es después de una pronunciada bajada al Douro donde se disfruta realmente de uña espectáculo esencialmente de esta etapa. El puente de Zameiro del siglo XII. Vale la pena detenerse. Subida destacable hasta Junqueira. Cuidado al salir de una pista forestal a la N306 a cien metros hay flechas que aconsejan girar a la derecha. Aunque sea peligroso seguir por la carretera hasta Junqueira ahorraréis kms y a estas alturas del partido vale la pena.
Sao Migue tiene una iglesia y un paisaje agrícola excepcional.
Dormir en Hotel Vila de Arcos. Una casa particular adaptada a hospedaje de cierto lujo. 60€, caro, pero no hay otra cosa. Cena en el mismo hotel a 18€ que le vamos a hacer. Realmente las habitaciones tiene cierto encanto pero no a ese precio.
