DÍA 4

Esta vez los motores se ponen en marcha a las seis y media para recorrer un largo trecho hasta el barco que nos llevará a remontar el río Dalyan. Tres horas de navegación. Que se quedan en dos hasta la parada del desayuno. A horas tempranas, dos de los diez ya estaban hojeando el libro de los que no concilian el sueño. Un americano y un té corrigen cualquier tentación de sueño hasta que van apareciendo uno a una los miembros de la expedición…preguntas de rigor ¿cómo has dormido? Como si fuera una reafirmación del dolce fer niente como pan nuestro de cada día. Confeccionada la lista de mal dormir, del buen dormir o del regular. La cuestión para dilucidar es si baño antes o después del desayuno. Al final se llega a un acuerdo…primero excursión. En el último instante dos miembros femeninos (las del doble gin tónic, como buscando el perdón de la dietista a distancia) reclaman su derecho al baño…todo lo previsto pasa a mejor momento y el resto a esperar para hincarle el diente al suculento desayuno a base de quesos, fruta, pepino, tomate y algún bollo de queso (se me olvidaba el de aceitunas) Algunos /as (aquí entra el género femenino) al borde de la “hipoglicemia” (o lo que es lo mismo “muertos de hambre”) empiezan de antemano, no sea  que se acabe el kiwi y el intestino se vuelva perezoso. Con todos en la mesa y el desayuno servido (acabado diría yo) nos ponemos de nuevo en marcha hasta destino final…Una cala llena de barcos de recreo, con algunos hotelitos de nueva factura y bareto para aperitivo de tardeo (no vamos a ir) A vuestros puestos, ropa de sufrimiento, gorro protector y bambas para el “camino”. Nos subimos a un bote de aguas mansas en mar abierto y a buscar las ruinas de Kaunos. Antes la imagen del auténtico turisteo…barcas similares cargadas de turistas de muchas nacionalidades, hasta había chinos sin cámara y objetivos de a 1000 de aumento. Otros botes llevaban a los del imserso turco o alemán (por lo de rubios y cabellos blancos en las señoras) Río arriba por el delta hasta un lugar donde te tiran y comienzas andar hasta la puerta del parque arqueológico, solo turistas y cabras, eso sí, las hay por doquier. Pagas y a recorrer una auténtica ciudad corintia del siglo VI antes de cristo. Su basílica, su centro de reunión, algunas casas, la acrópolis y el teatro (todo auténtico) Regresas (no por donde has venido) vuelta al barco, recorrido a la inversa. Desde el barco contemplamos la necrópolis de Kaunos. Tumbas excavadas en la roca a modo de Petra en Jordania. El espectáculo es único, solo por esto merece la pena pasar el calor inhumano. Magnífica excursión a pleno sol, no me extraña que alguien sufra un colapso de calor en una aventura como esta (aquí nadie ha “sufrido, ni siquiera una indisposición”) Antes una cerveza en bareto del “camino” a precio de Illetes en Formentera (algo me dice que el dueño pasó un tiempo por alguno de nuestros establecimiento y dijo…¿por qué mis turistas son diferentes? Y puso el mismo precio)

Comida de lujo y digo de lujo porque hasta los más críticos (haberlos, hailos, como las meigas) hoy han dado su visto bueno al menú…les huevos poché con bechamel y el pescado marinado estaban de champions ligue…Siesta o baño dada la hora que es, secarse y a punto del gin tónic contra las reglas básicas del culto a la figura femenina…los hombres es diferente (ciertas barriguillas y manchas por doquier en los alrededores de la curva de la felicidad) Después de comer a eso de las cuatro, lo del gintónic queda aplazado a momentos mejores. Un aperitivo de frutas y alguna sardinilla huérfana de la lata. Nada que destacar hasta que empiece el tardeo, la cena y la sobremesa. Lo mejor de la tarde ha surgido de improviso (como suele suceder) Una larga charla sobre “historias de la puta mili” de todo lo que ustedes se puedan imaginar. Hasta un accidente de avión con más de cien muertos y toda una aventura que acabó en medalla militar con distintivo blanco. Las colaterales, otras historias, no despertaron ni las risas, ni el interés de la referida antes. La cena, habitual, con algunos cambios en el menú que sigue gustando a fans del cocinero y a los detractores…vamos mejorando. La sobremesa, seguimos con las cuestiones familiares, puntos de coincidencia, etc. Decisión sobre las actividades de mañana. Mucho me temo que nos volveremos a despertar pronto…las perspectivas son las de amanece que no es poco.