Si la vida fuera mínimamente justa no nos deberíamos morir sin haber visto las imágenes que encierra el Cerro Campanario de Bariloche. A unos 13 kms de distancia del centro de Bariloche por la calle Ezequiel Bustillo camino de Puerto Pañuelo a tu izquierda queda el telesilla que te llevará hasta el Cerro Campanario. 8 minutos de ascenso, 220 pesos y al llegar uno se encuentra frente a frente con un paisaje en 360 grados que un sevillano diría “que quita el sentio”…Lo que ves desde allí, te muevas por donde te muevas, es el espectáculo hecho paisaje. Agua, verde, marrón y lance de la nieve en la Cordillera que rodea Bariloch no pueden expresar ni más, ni mejor una sinfonía en do mayor. Las cámaras dicen asta porque son incapaces de plasmar lo que ojo humano percibe en ese momento. Pueden retratar lo que ve el objetivo, pero es imposible recoger lo que él era humano siente ante tanta belleza junta…si lo ven me lo contarán.
Con esa sensación de que lo hasta ahora visto no puede superar a lo “visto” desde este cerro nos vamos hasta el Hotel Llao Llao…un gran lujo que se ha instalado desde 1903, pero con diferentes alternativas (estuvo 20 años cerrado) y que tiene esas vistas que hemos descrito (no todas), pero desde la cama de lo clientes. Jardines y algunas aves que parecen ser domésticas y no lo son. Recorrido hasta el final de lo que se conoce como “península” y al puerto desde donde zarpan los cruceros hasta Isla Victoria (la vemos desde aquí) y el Parque de Los Arrayanes cerca, muy cerca de Villa Angostura. Nos vamos con la empresa Cau Cau yes de turisteo pero con ciertas ínfulas de “ecologismo en acción”. Travesía de unos cuarenta minutos seguidos por un grupo de gaviotas que entretienen al personal comiendo de la mano del turista mientras el fotógrafo de turno lo inmortaliza al precio de 150 pesos…Llegamos a Ila Victoria y seguimos un circuito que nos lleva por la historia de esta isla los avatares que ha sufrido desde que la descubrieron los lances en 1903 (antes ya vivían los mapuches). Gran producción maderera durante décadas. Incluso se llegó a replantar con especies de tod el mundo con el fin de producir madera en tiempo récord, lo cual hizo que se acudiera (los lumbreras de la época) a loas especies americanas de mayor rendimiento sin tener en cuenta los efectos en la flora autóctona. Allí vemos secuoias y pinos de más de 60 metros del altura. Según nos explican ahora hay un intento de retornar a la flora del lugar y reemplazar estos gigantes del bosque por otro tipo de especies que devuelva el equilibro ecológico esta isla. Muchas cosas más (léanlas en wikipedia) pero nosotros debemos continuar viaje hasta el Parque Nacional de los Arrayanes. Unos árboles e color canela (anaranjado) que solo crecen en el sur de este continente (así que si quieres verlos ya sabes, ven). 16 hectáreas de arboleda que es un muestrario de esta especie…y convierten a este parque en n lugar de obligado cumplimiento…Regreso a puerto y de ahí a la Cervecería Patagonia (aquí hay un amplio muestrario de cervezas artesanales) a degustar una virra patagónica…Mañana a Esquel pasando por El Bolsón…pero eso mañana (creo que volvemos al ripio)…