CAPÍTULO 9

Hace 14 años (ayer como quien dice) una etapa como la de hoy te sugería imitar a Gene Kelly en aquella mítica “Cantando bajo la lluvia”. Hoy siete de octubre de 2024, te sugiere preocupación por las consecuencias de la “gran mojada” o per ese “empapados” de una pareja de no me preguntes de dónde, pero no son de aquí. Rápidamente, André, el “franchutis” en lenguaje propio del Camino, ha preguntado ¿qué es empapados? Amigo, lo que estamos ahora, mojados hasta la parte más íntima de tu cuerpo. La salida de Sahagún ya presagiaba la jornada. Agua pertinaz, no muy fuerte, pero molesta. La romería, que caracteriza este Camino, a la baja por los que optaban por otros medios de transporte que el de sanfernando. No éramos pocos (locos nos califica André) pero no tantos como otros días. Me da, que los que han hecho el “agosto” el siete de octubre han sido los taxistas. La primera visión real entre el aguacero ha sido un autobús en una parada por donde transita el camino. ¡Uy! Que tentación. “Aparta de mi este autobús” ha pensado rápidamente André recurriendo al evangelio según…(no me lo pregunten porque no me lo sé) Superada la tentación traicionando a Serrat cuando cantaba aquello de “lo mejor para vencer la tentación es caer en ella”. ¿Hemos hecho bien? La respuesta, negativa, la hemos tenido al poco…Han empezado a caer chuzos de punta, una cortina de agua nos ha llevado hasta Calzada del Coto apenas cuatro kms y medio desde la salida. Aunque mi contador particular me da cinco, será porque el Hostal San Juan está lejos de la salida. Allí recuperamos el Paseo de los Plátanos (plataneros). Bidegorri (en vasco) senda de peregrinos por estos lares. Se plantaron en el Jacobeo del 2004. Yo pasé en abril del 2010 (por primera vez) y ni sombra, ni nada que se le pareciera. Hoy hasta los topes de agua, como charca para ranas. Solución vamos por carretera. Los “locos”, los de siempre, algunos con cierta sorna, piernas a la intemperie asomando por debajo del poncho. Con la que está cayendo y alguno en manga corta a 14 grados (luego piensas que en su país están ya a cero grados y lo justificas) Así hasta Bercianos Real del Camino, justo a once kms de Sahagún. La diferencia con años antes (la última vez en 2014) un Albergue de grandes dimensiones a las afueras que tenía una pinta de “aquí me quedo yo”. Pero seguimos hasta el bar del centro del pueblo, junto a la iglesia. Pincho de tortilla y al ver el exterior, recogemos velas y hasta el Burgo Ranero, final de etapa. Antes de llegar, pasamos al lado de Vicente que estaba tocando pueblo ya. Como diablos en el desierto, tentamos a nuestro amigo…inútilmente, conociendo su tozudez. Le esperaremos sentaditos y con la mil nueve de rigor…por una vez los papeles se han intercambiado, aunque sea por medios mecánicos. A eso del aperitivo (porque no hay que perder las sanas costumbres) aparecen las sevillanas, trufadas con dos “choqueras” y a darle a sin hueso como si no hubiera un mañana. La reserva a las dos y ya eran las dos y diez…comida al alimón en Adove…con plato combinado que lleva (atentos) guiso de garbanzos, puerro con bacón, un espárrago, ensalada variada…vamos un completo. Para otros callos de la casa. Con vino y gaseosa o agua a elegir. Por si faltaba algo un postrecito “ligero”, tarta de la abuela con profusión de sirope de chocolate…Todo a precio de menú del peregrino…cosas del campo. Tarde de relax con secado natural de ropas y botas (al sol que más calienta) Mañana Mansilla de las Mulas, anótense el Hórreo Nuevo (si está abierto) Un reto para el paladar…no en vano le llaman el puerto de León.