SAN NICOLÁS
Granada alberga tantas cosas que es muy complicado resumirlas en unas frases, aunque tengan cierto sentido. He titulado San Nicolás esta crónica del día 16 centrado en Granada desde las nueve y media hasta estas diez y media de la noche. San Nicolás en el Albaicín engloba en sí mismo toda la belleza que nos muestra la Alhambra, Sierra Nevada y la propia ciudad de Granada. Allí se mezclan todos y todas, sean locales, de la otra España o extranjeros. Además, San Nicolás es punto de encuentro de artesanos (dejémoslo ahí) gente de mal o bien vivir muy peculiares (cerveza en mano) cantadores y guitarristas de circunstancias dándole sonido a una puesta de sol que lo hace por poniente pero que acaba reflejándose en la nieve o en la propia Alcazaba. Allí está el bar KiKi (secreto del sumario y selfi de rigor para la colección de “ayer estuve en Granada”) Albaicín, San Nicolás, Santa Isabel la Real, la Alhambra o la Capilla Real forman parte de cualquier paso por Granada. Pero todo empezaba a las nueve y media en unos churros con chocolate en Bib-Rambla (la Alhambra,churrería, estaba cerrada) Taxi y a la Alhambra, teníamos hora en los Nazaries a las 10,30 (rápido, rápido) No les voy a contar lo que puedes ver (ustedes lo saben) Nos quedaremos con las maravillas que construyeron y decoraron aquellos musulmanes que estuvieron allí más de siete siglos hasta que Boabdil entregó la ciudad a los Reyes Católicos. Todo es historia y belleza, pero sabemos que la extasis llega en el Patio de los Leones…sigue concitando toda nuestra atención. Luego la Alcazaba, vistas del Albaicín, Sacromonte o la propia catedral tienen su ventana en las torres de esta Alcazaba. Dejamos el Generalife para otro día o para recordar que hace un tiempo lo recorrimos detenidamente. Al centro para visitar la Capilla donde moran los Reyes Católicos y su hija Juana al lado de aquel Felipe I (todos destacan su belleza que volvió loca a su esposa Juana) Buscamos el centro-centro para la primera parada y degustar unas tapas de morcilla de arroz (me extraña que aquí pueda ser sushi de Burgos) muy logradas. Luego a Tinta Fina en Ganivet. La segunda tapa…Unas quisquillas de Motril recién llegadas que estaban de puro vicio… Tras el descanso nos vamos hasta al Albaicín para callejear desde…hasta la Placeta de San Miguel Bajo y vuelta para ver la puesta de Sol en San Nicolás y el jolgorio con una parte de flamenco fusión en el mirador. Cuando el rojo de las nubes se trasforma en negro cielo esperando la luna llena nos vamos a cenar a las Estrellas de San Nicolás para cumplir con la tradición de hacerlo en un Carmen…hoy no fue en Juan Ranas, pero la vista era impresionante. La comida de este restaurante, propiedad de unos franceses (según nos dicen en la cocina se encuentra la ONU) es sobresaliente, ligera, con buen sabor y bien condimentada para que te ayude a la digestión. Calidad-Precio un acierto.