La operación de marketing ideada por los asesores de Pedro Sánchez se ha completado con éxito esta misma tarde. Ayer reunión con Casado y hoy con Rivera e Iglesias dando imagen de estabilidad democrática por parte del ganador de las elecciones. Doble mensaje a la ciudadanía. “Yo lidero la normalidad” y “El independentismo ha perdido las elecciones”.
Todo para darles tregua a sus barones de cara al 26 M (una reunión con ERC hubiera desatado las iras de muchos votantes socialistas de comunidades beligerantes con los catalanes). A demás con estos gestos consigue certificar que Casado tiene los días contados al frente del PP y que no es ni adversario a tener en cuenta. Rivera se enquista en la lucha contra Casado por liderar la oposición (triste papel el de los dos) e Iglesias se va de la Moncloa con la sensación de pacto, que lo hará o no según marquen las necesidades económicas.
Todo a pedir de boca. El último en salir, el señor Iglesias ha corroborado el diseño de la operación “muy positivo, pero hay que esperar”…mensaje a una izquierda de voto útil que necesita creer en ese proyecto común PSOE-Podemos.
Mientras en Ciudadanos se aprestan al asalto de los bastiones tradicionales del PP (Madrid, Castilla-León, Murcia, etc) En el PP se alzan voces críticas contra su líder. En cualquier caso la pérdida de Madrid en manos de Cs o Murcia, por ejemplo sería el certificado del final de la carrera de Casado al frente de los populares. La frase de Núñez Feijoo de antes de ayer donde hablaba a las claras de que los líderes de los grandes partidos deben tener experiencia de gobierno, era un ”aviso a navegantes” sin duda.
A partir del 26 M y con los barones apaciguados en Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias o Aragón el señor Sánchez mantendrá reuniones con ERC y el PNV…a Junts per Catalunya los instalará en el olvido. Todo previsible a la espera de la sentencia del juicio del “procés”…
