VIAJE AL CENTRO
Cambiar de estrategia política puede ser rentable a largo plazo, de un día para otro al albur de las urnas te lleva al suicidio. Me da la sensación que Casado ha elegido mal los tiempos en estos nueve meses al frente del Partido Popular de la mano de José María Aznar y su voluntad de convertirse en “gurú” de una nueva derecha comprometida con una España “única”. Ahora busca un giro hacia el centro, que dejó huérfano el mismo día que pronunció lo del 155 para Catalunya, creyendo que Aznar y la caverna mediática (pongan a quienes prefieran) eran los aglutinadores de la famosa frase “antes una España roja que rota”. Pues no, en el lado de los “pactistas” aunque sea con el diablo “independentista” había más y Sánchez lo sabía. Lenguaje radicalizado (rayando la continua descalificación), mensajes agresivos y posturas uniformistas le han llevado a la ruptura del voto de la derecha en tres y casi a perder la hegemonía que en su día conquisto el propio Fraga después de la caída de UCD.
El PP deberá hacer un largo viaje hacia el centro consciente de que a su derecha se han situado los huidos de la “casa madre” (para quedarse) y a su lado un Rivera que busca el liderazgo de ese espectro político. Casado no conducirá a “su pueblo a la tierra prometida”. Sabe que está amortizado y no estará en el tren que les lleve al centro. Ahora toca esperar por lo menos cuatro años a que Sánchez y Rivera se equivoquen y dejen escapar los votos prestados (que tu Casado perdiste ayer). Para que este proyecto de viaje se cumpla es necesario que Núñez Feijoo quiera, que gane en Galicia con un lenguaje de centro político y se convierta en “el deseado” por los futuros “despechados” de unos y otros.
No hay prisas, pero si que tampoco pueden haber pausas largas que lleven a la desazón. En política el trabajo empieza ayer, para rentabilizarlo de aquí a cuatro años.
Permanezcan atentos a la pantalla…porque esto está que no para. Los artículos de Enric Juliana y Fernando Ónega en La Vanguardia son ilustrativos.