ESTÁN PREOCUPADOS
Pasadas 36 horas de las elecciones generales y con los partidos asumiendo sus gracias y desgracias, estos últimos internamente. Es hora de adivinar o plantear abiertamente que puede pasar en un futuro inmediato. La cita electoral del 26 de mayo no aclarará el panorama actual. Solo ha retrasado lo que inevitablemente va a suceder a partir del 27 de mayo.
Pedro Sánchez (supongo que después de hablar con alguien de la oligarquía económica) lanza el globo sonda de que va a gobernar en solitario con acuerdos puntuales con todos y cada uno (incluidos PP y Cs. La gallina) Los del dinero (Ibex-35 y algunos más) lo primero que evalúan son las consecuencias del futuro pacto PSOE-Podemos y cómo se traduce en el futuro económico del país (Uy perdonen, quería decir en sus economías). Las medidas sociales, aunque públicas que se desprenderán de un acuerdo de izquierdas tienen su coste en el sector privado y eso, qué quieren que les diga, preocupa a los poderosos. Como lo ha sido el aumento del salario mínimo interprofesional y suma y sigue por aquello de los votos necesarios para no ser prisioneros de los independentistas (prioridad del señor Sánchez) porque ese es el quit de la cuestión, al fin y al cabo, para el PSOE. Antes y hasta después del 26 M (que no nos confundan por favor, somos españoles por los cuatro costados es el grito en ciudades y comunidades donde se juegan el gobierno local) La negociación entre PSOE y Podemos tiene dos frentes, el público (dos equipos) y el oculto (los límites impuestos por algunos poderes del más allá que determinan hasta donde puede ceder Sánchez a las exigencias de Iglesias).
En la derecha es más complicado…tras el desastre propiciado por “esos poderes” con Aznar al frente ahora se trata de regenerar este espacio para recuperar el Boletín Oficial del Estado y el Ministerio de Fomento que son los verdaderos motores del “todo” económico.
¿Se acuerdan como fue lo de UCD después de la victoria de Felipe en el 82? Pues ahora lo mismo…tratar de localizar y fijar a los votantes de los ultraconservadores para que no tuvieran la sartén por el mango de un teórico “gobierno de derecha nacional española” les ha costado eso, el gobierno. A partir de ahora se abre el proceso de: 1.- ¿Consolidar a Rivera y Ciudadanos como punta de lanza de esa nueva derecha homologable? 2.- ¿Reforzar lo que quede del PP después de amortizar a Pablo Casado (algunos piensan que todavía hay capital político en esa formación)?
3.- ¿Dulcificar el lenguaje de VOX para que no se autoexcluyan en un futuro?
¿Y para todo esto quién pone la pasta? Mañana más.