La sentencia de las urnas es inapelable. España será de izquierdas durante los próximos cuatro años (si consideramos al PSOE izquierda, claro) Lo cierto es que Pedro Sánchez ha ganado con creces estas elecciones, pese a que 123 diputados son una mayoría exigua. Pero suficiente para con los 42 de Podemos llegar a un pacto de legislatura o gobierno para el que nada o poco necesita reeditar el “todos contra Rajoy”. Con unas monedas de más al PNV le basta. Pedro Sánchez lo dejó bien claro en su primer discurso como “presidente electo”, fuera de la Constitución el desierto. Los resultados de Catalunya, con ERC hegemónica entre el independentismo y un PSC fortalecido, nos retrotrae a las encuestas previas a las elecciones del 21 de diciembre, las del 155…Junqueras deberá marcar el camino del soberanismo sin perder el horizonte de la independencia, pero con un proyecto a más largo plazo para conseguir el apoyo interior de la sociedad catalana y el reconocimiento exterior. Es hora de recuperar los índices de convivencia previos a Puigdemont. El único pero a su victoria es que su influencia en “Madrid” es menor que ayer.
La derecha española es la gran derrotada de esta consulta. La operación cainista diseñada desde el laboratorio Faes de José María Aznar ha supuesto un fracaso colectivo e individual de alguno de los actores, de la “comedia radical del unionismo”. Solo se salva Rivera y sus Ciudadanos que han aumentado su presencia en el Congreso a costa de un PP desnortado por la mano “hábil” de Josemari a la hora de desbancar cuanto oliera a Rajoy en el pasado congreso del partido. Pírrica victoria la de Rivera si atendemos al análisis global del futuro del centro-derecha. Ahora toca esperar a las europeas y municipales para ver si se confirman los deseos de Ciudadanos de convertirse en referencia de esa derecha herida en su orgullo (más heridos deben estar los poderes económicos, con Podemos en posición dominante) Hablar de VOX es hablar de los más de dos millones y medio votos sustraídos al PP (han estado allí durante estos últimos 40 años y ahora se han ido) nada más.
Tres consecuencias claras: Pedro Sánchez presidente del gobierno. El fin político de Aznar. El corto paso de Casado por el liderazgo de la derecha española.
Una esperanza…que el resultado influya en el Tribunal Supremo y la sentencia del “procés” sea lo necesariamente benévola para que recuperemos la parte de “sentido común” perdido en estos tres últimos años.