DIÁLOGO DE SORDOS

El 1-O se cierra con un triste balance de más de ochocientos afectados entre heridos y contusionados que han tenido que ser asistidos. Algunos graves…No es de recibo por parte de nadie y menos por parte de un pueblo, el catalán, que ha dado muestras de cordura a pesar de la tensión que se ha vivido en aquellos lugares donde Policia y Guardia Civil han intervenido. La fractura por parte de quienes lo han vivido en directo y los que lo hemos seguido por los diferentes medios. Incluidos los aparatos de propaganda de los soberanistas y de los constitucionalistas. Es una realidad palpable que lleva a establecer un diálogo muy por encima del de sordos que se prevé en las actuales circunstancias políticas.

Decía la buena de Genma Nierga ante los manifestantes contra el asesinato por parte de ETA del bueno de Ernest LLuch: “Señores políticos ustedes que pueden, dialoguen”. Tras las comparecencias de unos (Rajoy-Sánchez-Ribera) y de otros (Puigdemont) uno se pregunta “de qué van hablar estos “linces”?. De la España de mañana. Puigdemont lo ha dicho con claridad “en la España de mañana, nosotros no estamos”. De reequilibrios territoriales? Cuál de los tres interlocutores está dispuesto a ceder parte del presupuesto de sus territorios de influencia electoral para que podamos encajar a los “ricos” (Catalunya, Baleares, Madrid y Valencia). Quién le dice al lendakari (con un 62% de votos soberanistas en su Parlamento) que se han acabado los privilegios forales? Y a Navarra?. En ese contexto y con Catalunya pidiendo un referéndum con garantías y vinculante como único punto del orden del día. ¿No estamos asistiendo a un diálogo de sordos en el que cada uno interpreta su partitura, pero nunca será una sinfonía?. Igual don Pedro Sánchez en su infinita bondad encuentra la pócima salvadora de una situación complicada. Ribera habla de un diálogo donde la palabra autodeterminación se ha quedado fuera del diccionario de la reunión A sabiendas que Puigdemont y Junqueras (prisioneros de la CUP) es la única que llevan en el suyo. Y Rajoy, qué quieren que les diga después de su comparecencia solo habla para el resto de españoles. Especialmente aquellos que piensan que a Catalunya ya le toco la”grossa” en el reparto de dividendos autonómicos. Incluso “sus” catalanes entienden poco de ese discurso repitiendo por activa y pasiva “que bien lo hemos hecho”. Tanto que hay más de 800 heridos.

Alguien con buen tino ha dicho por las múltiples emisoras de radio dedicadas a la “consulta” que el Estado había perdido la batalla de la prensa internacional…y visto lo visto es una realidad.

La única vía después de esta tragedia social es la de caminar hacia una política de convencimiento de que la soberanía no es una renuncia, sino un avance hacia nuevas cuotas de bienestar. A las que seguro se incorporan muchos de los del “no”.Difícil si, pero no es imposible. Solo la firme voluntad de la parte racional y sentimental del si. Con paciencia y respetando las mínimas reglas del juego democrático se podrá llegar a paliar los efectos del1-O en nuestro modelo de convivencia.

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