EL LETARGO

La realidad siempre se impone sobre los deseos e incluso sobre las ilusiones. Durante cuatro años hemos ido alimentando con ilusiones primero, con deseos después, bajo el denominador común de un sentimiento de pueblo. La idea de que Catalunya camine hacia un destino elegido por sus ciudadanos. Hemos tropezado con una legalidad surgida de una Constitución de 1978 que no ha sabido incorporar en estos 37 años los avances de una sociedad como la española que ha ido evolucionando mucho más allá que sus propios dirigentes, no solo los políticos, sino en todos los estamentos de la sociedad (léase como se quiera leer). El siguiente tropiezo ha sido la credibilidad de una clase política destinada a encabezar el proceso y que se ha quemado en un creciente clima de corrupción.
Con todas esas dificultades era tal el deseo de una mayoría del pueblo de Catalunya de emprender ese camino en solitario que acudimos al 27 de Septiembre para darle un impulso definitivo. Casi se consigue. La participación sobrepasó el 77%. Los votos al proceso de independencia (Junts pel si+ CUP) 47,8%. Votos no al proceso (PP-C,s y PSC) 39% y los del si pero no de esta manera el resto. Es evidente que la autoridad moral para el “si” no se consiguió, nadie lo duda. Pero tampoco puede dudarse que existe una mínima mayoría de ciudadanos dispuestos a dar el paso a pesar de las piedras en el camino (Constitución-clima de corrupción política). Porque en el fondo los agentes económicos que decía “no” con la boca pequeña. por aquello del mercado español. Sabían que había que apuntarse al “si” si se conseguía una mayoría política entorno a Junts pel si…Pero amigos, la realidad fue extremadamente cruda cuando los resultados dijeron: Si pero con los matices ideológicos de los señores de la CUP, que por coherencia y sigo pensando que lo son, no podían dar el voto a una formación de centro derecha con algunos matices, pero con muchas complicidades con esos lobbys económicos que a la fi y a la postre son los que marcan las líneas rojas que los políticos no deben traspasar.
Y se produce el cambio de tendencia en una buena parte de los agentes sociales…Patronales, empresas punteras, medios de comunicación (Grupo Godó) y otros que empiezan a dudar de la bondad de una proceso condicionado por la CUP. La editorial de La Vanguardia, el cambio de tono en las tertulias de RAC 1 y el posicionamiento del Cercle de Economía de hace dos días que vuelve a merecer una editorial de La Vanguardia acaban por enviar a un Letargo (a mi parecer largo) el proceso surgido de la mani del 2011.
A partir de aquí dos caminos: seguir hacia un abismo a corto plazo (proclamación de Mas como President y Govern condicionado por la CUP) o unas nuevas elecciones en marzo que renueven las ilusiones de los catalanes hasta volverlos a convertir en deseos y condicionar al nuevo gobierno de España que acepte un cambio en la Constitución que permita el derecho de autodeterminación… Lo demás puede ser un brindis al sol que nos conduzca hacia una desilusión colectiva difícil de reconvertir.

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