EL ORO DEL BALÓN NO RELUCE

El Balón de Oro de la FIFA ya no reluce. Esta sería la consecuencia directa de la elección de Cristiano Ronaldo en este 2014 donde ni él, ni su equipo el Real Madrid han ganado ninguno de los títulos en disputa.

Si de por sí la elección del portugués ya es de risa por los méritos contraídos a lo largo de 2013. Lo peor es constatar que esta elección obedece a criterios ajenos a los que proclama la revista y la organización que da su apoyo. De los cuatro balones que atesora Lionel Messi, uno le debería haber correspondido a Andrés Iniesta o a Xavi Hernández, campeones de todo en el 2010 y jugadores que demostraron una excepcional categoría profesional y personal. Fue en ese momento cuando empecé a pensar en que esto del balón de oro era una coña marinera in majoren glorian de las multinacionales que promocionan estos jugadores, concretamente Adidas y Nike.

2014 es el año de la sucesión en el trono del fútbol de una multinacional por otra. Si Messi es de Adidas y ha reinado cuatro años es normal que Nike para no perder comba jugara fuerte allí donde influye, a través de poderoso caballero es don dinero, la FIFA. Su presión para conseguir que Ronaldo fuera el elegido ha sido tan fuerte que obligó a este organismo algo influenciable en lo crematístico a prorrogar el periodo de elección por aquello de que en su debido tiempo no había conseguido.

El bueno de Ribery, que en 2013 lo había ganado todo y que había hecho méritos suficientes para ser el elegido se ha quedado como el gallo de Morón “sin plumas y cacareando”. Cosa de los señores Blatter, Platini, Villar y otros con “irresponsabilidades” en saber quienes, Adidas o Nike, mandan de verdad en el fútbol mundial.

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