La Liga BBVA o española, como quieran ustedes llamarla, está adulterada. Después del partido Elche-Real Madrid, donde un señor llamado Muñiz, árbitro para más señas. Decidió que debía ganar el Real Madrid y para ello señaló un penalti inexistente delante de sus narices un minuto y cuarenta y seis segundos después de transcurrido el tiempo añadido por el mismo. Hasta aquí los hechos.
Los considerando son todavía peores. Un árbitro se supone que está preparado para saber cuando o no se vulnera el reglamento dentro del área. Se puede equivocar, claro. Pero nunca en una acción que ocurre a escasos cinco metros de su ángulo de visión. Vio clarisimamente como se produjo la fricción entre los dos jugadores, el defensa del Elche y el atacante del Real Madrid. Lo vio e interpretó interesadamente, con alevosía, que era penalti. Su intención, por lo que sea era conseguir que el Real Madrid obtuviera los tres puntos de este partido y cumplió con su objetivo. Su interpretación sobre una acción de claridad meridiana debe tener como consecuencia su separación definitiva del arbitraje. Primero porque si no ha sabido interpretar la jugada no está preparado para ejercer como árbitro,¿se imaginan el ridículo de España con este tipo arbitrando en Europa?. Segundo porque si lo ha hecho para adulterar un resultado debe ser expulsado inmediatamente del estamento arbitral. Por higiene del colectivo, bastante en entredicho ya.
Lo que es manifiesto sin duda es la voluntad de los estamento federativos de adulterar la Liga española por puros intereses económicos. No se puede permitir que este Real Madri archimillonario en fichajes se sitúe en las cinco primeras jornadas a cuatro puntos del Barça y At. Madrid. Sobre todo cuando estamos a las puertas del gran derby madrileño. ¿Hasta cuando esta otra corrupción?
