JOSÉ TOMÁS, LA LEYENDA

El pasado viernes, hace siete días, en la plaza de toros de Valencia volvía a los ruedos José Tomás, convertido ya en leyenda viva de este arte. Quince meses después de estar más allá que acá por una cornada en Aguascalientes se vistió de luces ante un público entregado de antemano por aquello de la mitomanía en algunos y la admiración en la mayoría. Sabemos de ese afán por torear en “el terreno de la cornada” donde el arte se convierte en emoción. Le vimos torear un 15 de junio, no me pregunten el año, en Las Ventas, pegado a los toriles, no ya en terrenos del toro, sino obligándole a embestir para defenderlos. Le vimos indultar al “nuñezdelcuvillo” en la Barcelona taurina de ayer. O en Nimes o cuando ganó el concurso de novilleros en la Misericordia de Zaragoza en 1995 (creo).  En todas ellas, como se dice en el argot, pasándose el toro con las zapatillas pegadas en la arena.

Gaoneras a su primero para recuperar una conexión con el público que nunca se había roto. Verónicas a su segundo y todo apuntaba a la apoteosis. Se colocó en los tendidos de sol para recibir por alto a este su segundo, “colorao, ojo de perdiz”. Allá que van 556 kilos a la carrera y de pronto la tragedia. José Tomás es atropellado por el morlaco, vuela y en la arena es corneado. Rápidamente los subalternos y los otros matadores acuden a quitarle el toro. El maestro está aturdido, blanco por el golpe y el recuerdo de Aguascalientes. Sus cercanos le aconsejan que vaya a la enfermería.

No, el mito traspasa los portones de la gloria, para convertirse en leyenda. Agua en las sienes. Despacio, dándole el tiempo al toro, vuelve muleta en mano para realizar una faena de fajador y en artista. Mata, seguro que en el “rincón de Ordóñez”. La plaza le proclama “gladiador victorioso”. Nadie lee en ese momento el Cossio. Todos pedimos las dos orejas. Pero un “cesar de chiste”  las niega por aquello de que él también quiere su minuto de gloria.

Nunca serás, ni un mito, ni una leyenda, ni siquiera un “poli” victorioso. Que triste papel te ha dejado la vida “cesar de chiste”.

Comments are closed.